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La sardina se recupera con una masa de juveniles diez veces mayor que hace un año

Los pescadores españoles y franceses podrán simultanear las capturas de bocarte l El Consejo Internacional de Exploración del Mar recomienda una cuota máxima de 4.142 toneladas para este ejercicio

Cajas de sardinas listas para ser subastadas. N. P.

Los métodos científicos usados para determinar el estado del stock de sardina en aguas de la fachada atlántica de la Península Ibérica avalan la observación intuitiva de los pescadores asturianos y gallegos: la especie ha roto su tendencia de declive y se recupera tras años dando señales preocupantes de escasez y dos décadas de reducción de capturas. La última evaluación científica conjunta del IEO español y el IPMA portugués -un procedimiento consistente en calcular el número de especímenes jóvenes en el mar- revela el mayor reclutamiento de juveniles en los últimos diez años, unos datos que confirma lo que cuentan los pescadores del cerco cuando vuelven de la mar: que cada vez se ve más cantidad de sardinas.

"La cantidad de juveniles de sardina estimada en el último recuento ha sido de 102.000 toneladas, equivalentes a 5.500 millones de individuos", señalaron desde el IEO. Esta cantidad es diez veces superior a la estimada en 2018 (534 millones de ejemplares según el cómputo de 2018), si bien ese año la campaña se llevó a cabo dos meses más tarde, en noviembre. A destacar, además, el amplio rango de tallas de estos juveniles, con tamaño entre 8,5 y 16,5 centímetros. "Este rango tan amplio es indicador del éxito reproductivo a lo largo del último período de puesta, condición que a nivel científico se considera necesaria para que pueda existir un buen reclutamiento", añaden los investigadores.

En 2018 el Instituto Español de Oceanografía (IEO), en cooperación con el Instituto Portugués do Mar e da Atmosfera (IPMA), inició una nueva serie histórica de campañas acústicas denominada "Iberas" cuyo objetivo principal es la obtención de un indicador sobre la fuerza del reclutamiento de sardina. La campaña de este año se llevó a cabo a bordo del buque oceanográfico "Ángeles Alvariño" en el mes de septiembre, con inicio en Vigo el día 5 y finalizando en Cádiz el día 27. En total se prospectaron 839 millas.

Mientras la ciencia da noticias alentadoras sobre el futuro de la pesquería de la sardina, la administración enfría los ánimos. El Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES), entidad que emite los informes tenidos en cuenta para que la Unión Europea fije los cupos de captura máximos de cada especie pesquera, recomienda una cuota máxima de 4.142 toneladas para 2020; es un avance después de dos años proponiendo el cierre de la pesquería para permitir su recuperación, pero la cifra es menos de la mitad de la autorizada para 2019 (10.799 toneladas para España y Portugal) y está muy lejos de las 30.000 toneladas que plantean las organizaciones de armadores de Galicia y Asturias. En próximas semanas, con todos lo datos sobre la mesa, será el momento de tomar decisiones sobre la cuota que finalmente se permitirá capturar de sardina en la próxima campaña de verano.

El ánimo de los armadores asturianos es optimista respecto al gran dato de reclutamiento de juveniles -"mucho mejor que haya abundancia que escasez de juveniles"- pero desconfiado en cuanto a la fijación de cuotas: "El año pasado, con la cifra autorizada de capturas (unos 4.000 kilos por semana y barco), prácticamente agotamos las posibilidades de pesca en julio; deberían abrir algo más la mano", opina el armador Rafael Rodríguez.

En lo que coinciden científicos y pescadores es en la cautela sobre el valor que tiene el buen dato de reclutamiento de juveniles de sardina: "Aún es necesario confirmar que existe una buena correspondencia entre el reclutamiento estimado a la edad 0, es decir la cantidad de juveniles estimada en 'Iberas', con el estimado a la edad 1, es decir la cantidad de juveniles estimada en las campañas de primavera que el IEO y el IPMA llevan a cabo y que sirven como índice independiente de la pesquería para determinar el tamaño de la población y su estado de explotación", explican los investigadores.

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