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Frente común contra el derribo de Baterías: "Rompería la conexión entre la fábrica y Llaranes"

Arquitectos e historiadores ven "un error" en el desmantelamiento y plantean conservar elementos singulares para empresas tecnológicas

El gasómetro de las baterías de coque, todavía en funcionamiento, en una imagen de archivo. MARA VILLAMUZA

El Centro de Estudios del Alfoz de Gauzón. "En primer lugar criticamos que no exista una valoración patrimonial de unas instalaciones históricas realizado por un equipo interdisciplinar: arquitectos, historiadores, historiadores del arte, geógrafos, ingenieros...", manifestó el presidente de la entidad, Rubén Domínguez, que agregó al respecto: "Nosotros, aún no defendiendo de manera utópica la preservación del conjunto en su totalidad, discrepamos con las intervenciones puesto que sí consideramos que hay elementos que tienen un gran interés. Los dos gasómetros no se deben derribar argumentando que existen otros en Asturias, puesto que la importancia histórica y paisajística de los avilesinos tiene importancia precisamente por su relación con la ciudad".

Además, a juicio de Domínguez, se debe conservar la Central Telefónica como "un ejemplo extraordinario de arquitectura moderna firmado por Francisco Goicoechea y que se salvó del derribo en el año 2015 gracias a una iniciativa de defensa puesta en marcha desde nuestra entidad". Otros edificios de interés, a su juicio, son los almacenes y el taller mecánico, de gran diafanidad y fácilmente adaptable a nuevos usos. "El Centro no considera que sea imprescindible dedicar las instalaciones de Baterías a fines museísticos. Habría que intentar ver qué elementos tienen interés y ser capaces de compatibilizarlos con los nuevos usos que se han propuesto, vinculados a las empresas tecnológicas", recalcó.

Por otro lado consideró "imprescindible" conservar al menos una batería (treinta hornos, una torre de carbón y una torre de apagado), diseñadas por el ingeniero jefe de obras civiles Amalio Hidalgo con la ayuda de Alberto Mallol. "Las chimeneas también son parte indispensable del conjunto a nivel paisajístico e histórico y proceder al derribo de todas las instalaciones puede ser un error de enorme trascendencia para el patrimonio avilesino", explicó.

Además, recordó que pese a no contar con protección local ni autonómica, el conjunto de Ensidesa Avilés, incluidas las Baterías, forma parte del Plan Nacional de Patrimonio Industrial elaborado por el Instituto de Patrimonio Cultural de España. En él se recogen los elementos más significativos a nivel patrimonial de todo el Estado. Desde el año 2011 forman parte de su inventario, cuyo reglamento contempla la declaración de Bien de Interés Cultural y la intervención de rehabilitación para dotar estos espacios de nuevos usos (en Asturias se ha efectuado en el castillete de la mina de Arnao y en el Pozo Santa Bárbara.

"De igual manera la ley de Patrimonio Cultural del Principado insta a la protección como elementos de gran importancia de nuestro patrimonio, tales como chimeneas, gasómetros, almacenes industriales y talleres mecánicos, todos ellos con presencia en las Baterías", precisó. Las baterías de Avilés, remató, están diseñadas sobre planos enviados desde Essen, donde se encuentra la factoría de Zollverein. "Tras su cese productivo fue declarada, en 2001, Patrimonio Mundial por la UNESCO y hoy constituye un parque tecnológico y de ocio con especial calado en la economía del lugar. En este caso, además de eliminarse el gasómetro número 2 (el más cercano al parque de bomberos), desaparecería la conexión visual entre fábrica y poblado de Llaranes que le da sentido a su ubicación y a sus planteamientos urbanísticos y arquitectónicos", concluyó en nombre del Centro de Estudios del Alfoz de Gauzón (CEAG).

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