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Seis asturianos montan en Chile el gran telescopio con piezas de Asturfeito

Los trabajos de ensamblaje se retomaron tras el parón navideño y otras seis personas se sumarán al equipo en las próximas semanas

Un operario de Asturfeito, en plenos trabajos de ensamblaje del telescopio.

Seis asturianos montan en Chile, en una zona desértica y a 2.600 metros de altura, el esqueleto del telescopio llamado a revolucionar el estudio del Universo. Son los encargados de ensamblar el sistema central del ingenio fabricado en los talleres avilesinos de Asturfeito, el corazón del Observatorio Rubin. Así se ha bautizado recientemente el complejo astronómico en el que se está construyendo el Gran Telescopio para Rastreos Sinópticos, situado en Cerro Pachón, al norte del país chileno. Tras el parón navideño, este mes se han retomado los trabajos de ensamblaje de las 25 enormes piezas fabricadas en el Parque Empresarial Principado de Asturias (PEPA) que conforman el esqueleto del telescopio. Otros cinco profesionales asturianos se sumarán al equipo en las próximas semanas. La compañía asturiana Asturfeito es responsable en Chile del montaje mecánico y eléctrico del aparato y participa también en las pruebas finales de funcionamiento.

Asturfeito aporta al macroproyecto un armazón metálico de casi 16 metros de diámetro y 375 toneladas el peso (el equivalente a unos 320 coches) que permitirá mover el complejo sistema y que guardará la mayor cámara de fotos del mundo, de 3.200 megapíxeles (el iPhone 11 tiene 12). Conforman ese esqueleto 25 piezas enormes fabricadas en Avilés que ahora se ensamblan en Cerro Pachón tras un viaje transatlántico que partió del Puerto de Avilés el pasado julio.

Un equipo de seis asturianos, al que se sumarán otras cinco en próximas fechas, está realizando ya los preparativos para continuar con el izado, montaje y medición de los subcomponentes del telescopio. En esta fase también participan profesionales de la ingeniería Ghesa, socio de Asturfeito en el proyecto, y diferentes empresas internacionales que están trabajando en paralelo en otras piezas del observatorio.

"La coordinación entre las diferentes partes será una tarea crítica para poder desarrollar todos los trabajos de forma satisfactoria y en tiempo", explican desde la compañía que preside el somedano Belarmino Feito.

Una gran grúa exterior de 500 toneladas se utiliza para introducir e instalar las piezas principales dentro de la cúpula del observatorio. "Esto exige una alta precisión y comunicación en todo el proceso. Las condiciones de meteorología deben ser continuamente monitorizadas para garantizar que estas operaciones se realizan en óptimo estado", explican las mismas fuentes. Y es que a la complejidad del operativo de montaje, se suma la de las condiciones sobre el propio terreno. "Hay que tener en cuenta que al ser una zona semidesértica a 2.600 metros de altura, pueden aparecer vientos fuertes en ciertos momentos y la temperatura varía considerablemente entre el día -se pueden alcanzar los 30 grados centígrados- y la noche -puede bajar hasta 15 bajo cero", añaden desde Asturfeito.

Además, la zona de instalación interior tiene que estar climatizada para conseguir una temperatura homogénea y poder así realizar los ajustes mecánicos de precisión que requiere el dispositivo.

Está previsto que el montaje culmine el próximo verano, en pleno invierno chileno. El periodo de pruebas se extenderá hasta finales de año.

Este telescopio tiene como finalidad desarrollar un estudio del Universo realzando un barrido completo del hemisferio Sur, noche tras noche, durante diez años. Al barrer el cielo continuamente (almacenará 2.000 fotos de alta resolución cada noche), detectará fenómenos breves que de otro modo pasarían desapercibidos. Se trata del mayor proyecto financiado por la Fundación Nacional para la Ciencia de Estados Unidos (NSF) y cuesta más de 700 millones de dólares. Está previsto que entre en funcionamiento en 2022.

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