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Los caños de Rivero volverán a manar este año

El Ayuntamiento emprende un plan de recuperación y restauración de fuentes emblemáticas de la ciudad

Los caños de Rivero, en una imagen de archivo. RICARDO SOLÍS

No será vino, como cuenta la tradición popular avilesina que ocurrió un día de San Pedro, sino agua, pero los caños de Rivero volverán a manar acabando así con una sequía que ya dura más de un año y que tiene soliviantados a los vecinos de la popular calle. El concejal de Mantenimiento Urbano, Jorge Luis Suárez Alonso, ha reservado una partida de 12.000 euros en el próximo presupuesto municipal para restaurar la emblemática fuente y renovar el sistema hidráulico que hace posible que mane agua de los caños.

"La fuente necesita una intervención integral, no solo se trata de que tenga agua sino que se ha apreciado un estado de deterioro de la estructura que aconseja llevara cabo una mejora amplia", comenta el edil. La degradación de la fuente es consecuencia de la suciedad ambiental, la acción erosiva que causan algas y líquenes y algún daño que otro causado a la piedra por accidentes o vandalismo.

La actuación municipal prevista abarca dos niveles: habrá una intervención artística dado el carácter monumental del caño y también una renovación del sistema hidráulico. "El agua que mane de la fuente ha de ser potable, pero por un tema de economía y sostenibilidad ambiental el circuito tiene que ser cerrado para evitar el desperdicio del recurso", precisa el concejal Alonso.

Esa condición de disponer de agua en circuito cerrado obligará a dotar la fuente de un dispositivo de control de calidad sanitario que garantice la potabilidad. Respecto al tratamiento de la piedra, la intención es sanearla, reparar las partes dañadas y tratarla para que resista adecuadamente las inclemencias ambientales.

La fuente de Rivero es una de las más antiguas de Avilés. Se tiene conocimiento de que su construcción comenzó en 1815 y con el paso del tiempo ha acabado por dar nombre -más allá de los caños- al rincón urbano que conforma el propio manantial, la capilla de San Pedro de Rivero aneja y la cercana entrada al parque Ferrera.

Según el diseño original del arquitecto Francisco Muñiz Lorenzán, la fuente consta de un pilón circular rodeado por un núcleo central macizo del que salen tres caños, todo coronado por un jarrón de piedra y delimitado por bancos de piedra.

Pegado los caños hubo en tiempos un lavadero techado, que fue derruido a mediados del siglo pasado, cuando dejó de tener función civil.

El concejal Jorge Luis Suárez Alonso adelanta que la previsión municipal es examinar otras fuentes señeras de la ciudad para determinan la posible necesidad de intervenciones. En la lista están las de la plaza del Sol, la de la calle La Fruta, la de la plaza de Camposagrado y los caños de San Francisco. Fuentes al margen, otra pieza del patrimonio avilesino que próximamente será objeto de mejoras y mantenimiento son los canapés (bancos de piedra) ubicados cerca de la rotonda del mismo nombre (antiguo paraje de Entrecarreteras). Estos elementos datan de 1786 y son obra del arquitecto y escultor ovetense José Bernardo de la Meana Costales.

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