"Si llueve, nos llueve dentro. Y eso es un peligro, porque en esta nave estamos trabajando todos con material eléctrico. Puede haber una desgracia". Las peñas antroxeras están que trinan. Denuncian que la nave que les presta el Ayuntamiento para construir los artefactos del Descenso de Galiana está en un estado "muy precario" y que tiene importantes filtraciones, lo que hace que en los días de lluvia el agua caiga "como una cascada" por las paredes del edificio. Por ello, piden el Consistorio que tome las medidas necesarias para evitar estos riesgos lo antes posible.

Las alarmas saltaron a comienzos de esta semana. Con la lluvia, los antroxeros empezaron a ver cómo el agua entraba a raudales en la nave. Tras dar aviso, se parchearon algunos de los agujeros por los que se colaba el agua, pero tal y como denuncian los usuarios, "el problema persiste".

La principal preocupación de los peñistas es por la seguridad. "Aquí estamos trabajando todos con material eléctrico. Con charcos en el suelo y agua por las paredes, junto a los enchufes, es un verdadero peligro", advierte Juan José Viña de "Una y pa casa", quien afirma que "los propietarios de esta nave que el Consistorio alquila deberían estar en buenas condiciones".

Más allá de los riesgos, las peñas también denuncian que el agua y la humedad puede hacerles perder materiales. "Con los elementos metálicos no hay problema, pero la mayoría de las tablas y maderas que se han mojado quedarán inservibles", lamenta Jorge Antón, de la peña "Cañoncito" de Llaranes.