Las focas y Avilés guardan una extraña relación que suma ya decenas de años. El 5 de diciembre de 1951 apareció en la ría de Avilés una foca barbuda que permaneció en el estuario avilesino nada más y nada menos que 127 días, hasta el 11 de abril de 1952. Se dijo que trajo suerte porque, en este tiempo, se aprobó en el Consejo de Ministros la creación de Ensidesa. La gente le cogió cariño y hasta le hicieron una escultura en su honor que se puede ver en el parque del Muelle, aunque en piedra más parece un otario de California.

Los vecinos la llamaron la "Precursora" y se fue del estuario justo antes de que la draga "Pax" comenzara a limpiar parte de las marismas de Recastrón para hacer el actual canal de Pedro Menéndez. Precisamente a no mucha distancia del Recastrón, en El Arañón, fue hallada una cría de foca gris el pasado mes de noviembre. Se le veía débil. Pero ahora es ya una "moza" que pesa 25 kilos y es capaz de nadar y pescar satisfactoriamente gracias al trabajo desarrollado en las últimas semanas por los profesionales de la Guardería del Medio Natural, que ya la han liberado cerca del área recreativa de Balandrán, a diecisiete millas de la costa asturiana. La "foquina" se fue con las baterías, sin humo, y menos bombo que la "Precursora".

La cría de foca gris pasó dos meses en el Centro de Recuperación de la Fauna Silvestre del Principado. Cuando llegó, pesaba 14,6 kilos y presentaba algunas heridas de escasa consideración, por lo que la atención se centró principalmente en alimentarla adecuadamente. Una vez recuperada fue devuelta al mar. Y por el momento nadie le ha atribuido poderes casi mágicos como los de aquella barbuda a la que algunas voces consideraron la pionera del turismo local, porque la expectación fue tal que hasta Avilés venían gentes de otros sitios de Asturias para ver al exótico animal.

El invierno pasado fueron recogidas por la Guardería del Medio Natural dos focas jóvenes de similares características, con lo que son ya tres los ejemplares atendidos el último año por los servicios del Principado y liberados tras su recuperación. Desde la Guardería aconsejan poner el caso en conocimiento de las autoridades para salvar a estos animales, que a veces se convierten en "gurús" de la economía local.