Llueve sobre mojado. El pasado 16 de diciembre la calle de Llano Ponte amaneció cortada al tráfico por inundaciones. No era la primera vez, ni la más grave. En 2016 la misma vía sufrió una riada que convirtió el pavimento de la calzada en una piscina y anegó garajes y comercios. Dos años después, en 2018, el Principado redactó un proyecto dotado con un millón de euros para acometer mejoras en el aliviadero del río San Martín y con ello evitar nuevas inundaciones. Ahora la obra está congelada: unas voces acusan falta de presupuesto. La viceconsejera de Medio Ambiente y Cambio Climático, Nieves Roqueñí, supeditó ayer la obra a una decisión de Adif (Infraestructuras Ferroviarias).
"Está pendiente que Adif decida dónde puede ir la estación necesaria y de esa decisión depende el proyecto, para poder definir o reafirmar el sitio donde está previsto intervenir", explicó durante una visita a Soto. Descartó de esta manera dar fechas respecto a cuándo podrían comenzar una de las obras más esperadas por los avilesinos, que temen cada vez que se da la misma fatal coincidencia: precipitaciones y pleamar, porque es entonces cuando se desbordan los colectores y Llano Ponte se transforma en un afluente de la ría.
Roqueñí dejó a su vez en manos del Gobierno central cualquier posible intervención en la depuradora de Maqua. "Maqua tiene un incumpliendo a nivel de la directiva europea que pone en cuestionamiento esa obra, que ya casi cuando se puso en marcha estaba obsoleta. Se trata de una actuación de interés general, es del Estado, y hay que esperar a que el Estado tome alguna decisión al respecto y la incluya en su planificación, pero por el momento no tenemos conocimiento de ningún proyecto de esa magnitud", reconoció.
La reforma de la depuradora de Maqua, que costará casi cuarenta millones de euros (más de lo que constó construirla), superó el pasado agosto un escollo que supuestamente permitiría agilizar la tramitación. La Dirección General de Biodiversidad y Calidad Ambiental, que depende del Ministerio para la Transición Ecológica, concluyó entonces que no era necesario someter el proyecto al procedimiento de impacto ambiental puesto que no se prevén efectos adversos significativos sobre el medio ambiente. Roqueñí aseguró desconocer ningún proyecto ni fechas de ejecución.
En cuanto al colector industrial de la margen derecha de la ría de Avilés, queda por completar la segunda fase de la conexión de las empresas, la que afecta a las compañías Fertiberia, la cristalera Saint-Gobain y Sidergás. Las obras necesarias para enchufarse a la gran tubería han concluido en las tres instalaciones y también se han realizado las pruebas correspondientes. Los vertidos de Saint-Gobain se incorporarán al colector en cuestión de semanas y los de Sidergás y Fertiteria están pendientes de la autorización de vertido, que en el caso de la química conllevará un periodo de información pública.
