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Los últimos cunqueiros se reinventan

Victoriano y Víctor García, tío y sobrino, mantienen en Degaña el oficio de la madera: elaboran utensilios y organizan charlas y exposiciones

Victoriano García González (a la izquierda) y Víctor García Rodríguez, ayer, en la exposición de sus piezas. MARA VILLAMUZA

Victoriano García González y Víctor García Rodríguez, tío y sobrino, mantienen viva la tradición del oficio de cunqueiro o tixileiro en Trabáu (Tablado) en el concejo de Degaña. Los últimos cunqueiros se han reinventado para que no se pierda una artesanía que en Degaña e Ibias ocupaba en el siglo XVIII a casi todos los habitantes de ambas parroquias. Cunqueiros eran los habitantes de los pueblos de El Bao y Sisterna, pertenecientes al concejo de Ibias, y los de El Corralín y Tablado, pertenecientes a Degaña, que fabricaban la vajilla en madera. Lo que siguen haciendo Victoriano y Víctor. "Investigando encontramos un censo del Marqués de la Ensenada del año 1749 en el que había 30 familias dedicadas a esta actividad. El excedente de la producción generó un mercado con los pueblos de la meseta", explica Victoriano García, quien confiesa que nación "en la madera". La masa forestal del Suroccidente les permite hacer todos los utensilios de la cocina con madera de nogal, castaño, abedul o aliso. Victoriano tiene 56 años y con 20 ya tuvo su primer torno. "Desde hace 16 tenemos la tienda. Hemos inventado un modelo para que continúe el oficio y poder rentabilizarlo. Seguimos con la producción elaborando las piezas y vendiéndolas en la tienda pero eso no da para vivir. También impartimos conferencias o exposiciones divulgativas en colegios y universidades. En el Trabáu tenemos una instalación con un enfoque turístico que es otra fuente de ingresos con casa de aldea, talleres, rutas...", añade García. El ecoturismo activo que pueden llevar a cabo gracias a que Internet funciona.

Su sobrino Víctor García, de 27 años, es el futuro de los cunqueiros. Guarda un grato recuerdo de Avilés porque se estrenó aquí con el torno. "Tenía 11 años cuando vinimos al palacio de Camposagrado para dar a conocer nuestra actividad. A los 12 años ya tomé la decisión de que quería seguir en esto", dice. Además de trabajar con la madera se formó como técnico de gestión y organización de recursos naturales. Es uno de los promotores de la iniciativa "Salva el mundo rural" que a través de las redes sociales promueve el consumo útil. "Cada artesano que venda cualquier producto puede donar el 10% para la conservación del mundo rural. Ahora estamos promoviendo la restauración del Molín de Rusil", detalló García.

Tío y sobrino, invitados por la Asociación Cultural La Serrana, ofrecieron ayer una charla en el marco del centenario Miguel Delibes que organiza la entidad. Además, durante toda la tarde hubo una exposición y venta de productos bajo el lema "#Salvaelmundorural" con los que contribuir a la restauración del Mulín de Rusil. "El mundo rural necesita mejores servicios y calidad de vida", reivindicó el joven.

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