Cuatro años de prisión. Esa es la pena que afronta un joven de origen cubano por un delito continuado de robo con fuerza en las cosas, por supuestamente haber robado en varios trasteros de Coto Carcedo (Castrillón) en diciembre de 2016. Según la forense, el acusado, que no fue procesado antes por haber estado en paradero desconocido en Cuba durante varios meses, padece diferentes trastornos mentales. "Tiene las capacidades mermadas. Si está en un grupo que delinque, él delinque", afirmó la perito que, no obstante, reconoció que sí discierne perfectamente "entre lo que está bien y lo que está mal". Según el relato de la Fiscalía, los hechos se remontan al 19 de diciembre del año 2016. Fue entonces cuando presuntamente el acusado, junto a otras dos personas -uno de ellos menor de edad por aquel entonces-, forzaron y robaron en varios trasteros de Coto Carcedo.
Tal como relató ayer en los juzgados una agente de la Guardia Civil que participó en la detención del acusado, primero dieron caza al menor de edad. Éste reveló la identidad de uno de sus compinches -ya fue condenado, previo acuerdo de conformidad a dos años de prisión- y éste segundo, a su vez, fue quien puso a los agentes sobre la pista del ayer acusado. "Fue una declaración espontánea, no en el cuartel, donde se acogió a su derecho a no declarar", agregó la agente de la Benemérita sobre las pesquisas realizadas.
En el banquillo, y a preguntas del Fiscal, el joven afirmó que nada había tenido que ver con aquellos robos. "Yo estaba en casa con mi padre y con mi hermano", aseguró ante el juez. Uno de los testigos, el vecino que alertó a la Guardia Civil de los hurtos, afirmó que no conocía de nada al acusado. "Sólo vi a un joven y no era él", reconoció el castrillonense, que también afirmó que en el robo participaba más gente a la que no llegó a ver: "Se escuchaban más voces".
De los artículos sustraídos, los más destacados fueron unos anillos. "Algunos artículos que habían cogido del trastero aparecieron luego en unos arbustos próximos a la urbanización. Y luego, días después, los agentes me devolvieron unos anillos que guardaba allí en unas cajas", explicó la víctima, que ayer declaró como testigo.
Los anillos sustraídos fueron devueltos por la madre del caco ya juzgado. "Me los regaló me hijo, pero cuando supe que eran robados los devolví inmediatamente", afirmó la mujer, que dijo no saber del paradero de su vástago, que ayer no se presentó a declarar pese a estar citado como testigo.
Tampoco el otro de los supuestos ladrones, que también estaba llamado como testigo. Al considerar el Fiscal de especial importancia el testimonio de ambos jóvenes, se optó por suspender ayer mismo la vista oral. El caso se retomará en los próximos días para nuevas declaraciones.
