Una escultura inspirada en la forma de un cerebro decora desde ayer el exterior del centro de empresas La Curtidora, más en concreto el pie de la chimenea que actúa como icono visual del edificio y que recientemente ha sido restaurada. La pieza en cuestión es obra del estudio artístico HO, formado por Antonio Álvarez y Laura Tarrazo, que ayer dieron el último retoque a su creación, bautizada como "Refugio". La pieza se construyó gracias a la beca concedida en 2016 a HO en el marco de la convocatoria anual de la Factoría Cultural a la producción artística y desde entonces aguardaba en un almacén a la espera de una emplazamiento adecuado. Con motivo de la celebración, este año, del 25.º aniversario de la apertura del centro de empresas La Curtidora, el área municipal de cultura ha decidido llevar allí la escultura por el simbolismo de la misma: un cerebro como fábrica de ideas, pensamientos y emociones de, en este caso, el talento emprendedor que anida y se fomenta en La Curtidora. "Refugio" sirve así como metáfora visual de las experiencias que se desarrollan en el centro de empresas.