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RICARDO MENÉNDEZ SALMÓN | Escritor, presenta su nuevo libro en el Centro Niemeyer

"Nos falta capacidad para vender una marca cultural Asturias, para proyectar lo nuestro"

"Mi última obra es la primera autobiográfica: narra la relación con la enfermedad de mi padre y cómo ha ido dibujando la persona y el escritor que soy"

Ricardo Menéndez Salmón. LUISMA MURIAS

Ricardo Menéndez Salmón, colaborador del suplemento "Cultura" de LA NUEVA ESPAÑA, presenta en el Centro Niemeyer el próximo martes, 11 de febrero, su nuevo libro: "No entres dócilmente en esa noche quieta" (Seix Barral, 2020). El acto abre la programación de este año del ciclo Palabra. Salmón, cuya obra ha sido traducida a diversos idiomas, ha recibido numerosos galardones, entre ellos, el Premio "Biblioteca Breve", el Premio a la Excelencia Artística del Gobierno de Baviera o el Premio "Las Américas".

- Presenta nueva obra, un trabajo singular, autobiográfico.

-Por primera vez en mi trayectoria no trabajo desde la ficción, sino desde la autobiografía. Es un texto escrito en primerísima persona, que no utiliza estrategias ficticias para relatar lo que quiere. Su temática es la relación larga en el tiempo que yo mantuve con la enfermedad de mi padre, que dura más de tres décadas. Cómo esa enfermedad, de algún modo, ha ido dibujando por un lado, la persona que yo soy, y por otro, el tipo de escritor que he acabado siendo.

- Abre el ciclo Palabra de este año en el Niemeyer.

-En mi caso, espacios como este, aportan la posibilidad, de alguna manera, de democratizar un acto de presentación de un libro, hacerlo más resonante que una presentación al uso. Supongo que ése es el factor más interesante, ligado a lo que el Niemeyer significa.

- ¿Atraviesa un buen momento la literatura en nuestro país?

-En términos de calidad, veo bien la situación. Más que de calidad, hablaría de propuestas distintas. En los últimos años hay una cierta efervescencia en distintas poéticas a la hora de acercarse a la literatura. Los escritores de los años setenta y ochenta se han sacudido un poco las formas de narrar más canónicas, más habituales, y están buscando en otros terrenos más novedosos, distintos, que no estaban tan presentes. El problema que veo, ligado a esta efervescencia o a esta pluralidad de voces, es la ratio lectora que tenemos.

- ¿A qué se refiere?

-A la situación de la balanza entre los títulos que se publican y los lectores que objetivamente hay en España. La demanda lectora que hay no puede asumir toda la oferta que se pone encima de la mesa. Y eso a veces provoca que hay muchos títulos que, mereciendo mejor fortuna, permanecen invisibles.

- ¿Cómo se trata a la cultura en Asturias?

-Yo puedo hablar de mi punto de vista, no me atrevo a hablar en general. Hay instituciones ligadas a la cultura que estos últimos años lo están haciendo muy bien. Pongo el ejemplo del Museo de Bellas Artes de Asturias. La figura de Alfonso Palacio lo ha dinamizado, está consiguiendo dar una perspectiva distinta a un museo que estaba poco menos que condenado a la invisibilidad. Sospecho que los grandes centros, los grandes contenedores de arte y de discurso artístico, tipo Laboral Ciudad de la Cultura, no gozan de tan buena salud. En cuanto a literatura, hay un buen tejido de escritores, una serie de nombres importantes, pero como siempre sucede en Asturias, nos falta capacidad para que trasciendan del lugar que tienen aquí. Nos falta capacidad para vender una marca cultural Asturias.

- Se refiere a falta de capacidad de las administraciones...

-Por supuesto, de las administraciones. Estoy pensando, por ejemplo, en Fitur. Cuando Asturias está presente en un evento de este tipo, me pregunto por qué solo lleva aquello que tenga que ver con el paisaje, los festivales gastronómicos o lo que sea, por qué no dedica un esfuerzo a lanzar o a proyectar fuera de nuestras fronteras algo más que eso.

- ¿Falta interés por la cultura?

-Nos faltan los mecanismos, la vocación, seguramente el interés. Ser capaces de entender que la cultura, quienes la hacen, escritores, músicos, actores, artistas plásticos, cineastas, son personas decisivas a la hora de proyectar un país fuera de sus fronteras. Mientras no asumamos, mientras no aceptemos eso, hay muy poco que hacer a la hora de proyectar Asturias fuera de aquí en ese sentido. Por supuesto, y es una evidencia, los creadores se buscan la vida por su cuenta. No les queda otra, no nos queda otra.

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