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FP, femenina y profesional

Alumnas de la rama industrial reivindican su elección: "Ojalá hubiera más mujeres, no hay oficios solo para hombres, aunque algunos lo crean"

De izquierda a derecha, María Rivas, Paula Suárez, Noemí Bartolomé, Lucía Fidalgo, Jennifer Moreira, Aroa Gutiérrez, María Crespo, Clara Lozano y Claudia Lago, todas ellas alumnas de ciclos de la rama industrial en el centro integrado de FP de Avilés.

"¿Cómo te has metido aquí?". "Eso es de chicos". "Pero, ¿esto te gusta de verdad?". Son algunas de las cosas que las alumnas que cursan ciclos de la rama industrial de formación profesional en el centro integrado de Avilés cuentan que se les dice o pregunta demasiado a menudo. La experiencia en el lugar de estudios es muy positiva, no hay queja. Pero, en ocasiones, este tipo de comentarios surgen fuera, en el entorno más o menos próximo, incluso en grupos de amigos, que se sorprenden de la elección de oficios considerados tradicionalmente "de hombres". En las empresas donde realizan sus prácticas laborales no suele haber problemas, aunque algunas de ellas sí relatan que han vivido alguna actitud puntual reprobable relacionada con su condición femenina.

La presencia de mujeres en determinados ciclos de FP es escasa. Siempre lo ha sido. Y no hay avances significativos con el paso de los años, una realidad que, hace solo unos días, durante una jornada de orientación laboral en la Casa de Cultura de Avilés, puso de manifiesto María Jesús García, gerente de Taller Eléctrico AMG. Al finalizar el acto, en el que participaba como ponente, pidió la palabra para trasladar a los asistentes que las empresas están deseando contar con mujeres al frente de determinados desempeños en los que su presencia es casi nula.

"Me gustaría dirigirme, en este caso, solo a ellas, y decirles que estamos deseando tener trabajadoras, soldadoras, torneras... Es importantísimo", explicó describiendo una situación que constatan las cifras de matrícula.

En el centro integrado de formación profesional de Avilés, este curso, en primero, hay 285 alumnos en grados medios y superiores de la rama industrial. Solo 26, poco más del 9 por ciento, son mujeres. Por especialidades, el grupo más numeroso, siete de ellas, cursa Electromecánica de Vehículos. En las clases de Carrocería hay otras cuatro, el mismo número que se forma en Automoción. Mecatrónica Industrial tiene 3 matrículas, aunque solo una de ellas asiste con regularidad. En el resto, Instalaciones Eléctricas y Automáticas, Mantenimiento Electromecánico, Construcciones Metálicas, y Automatización y Robótica Industrial, hay dos mujeres en cada aula.

Todas ellas están seguras de su elección y, la mayoría, comparten la visión de que hay algunos condicionantes sociales que aún limitan la decisión de iniciar este tipo de formación. "Como en todo, me gustaría que hubiera más mujeres. Este tipo de grados superiores, como el mío de Mecatrónica o en otros de Electricidad, están asociados a hombres. Socialmente, es como si se viera más para chicos. Pero creo que hay que darle más visibilidad, hablar entre nosotras de que es una salida profesional como cualquier otra y para ambos sexos. No creo que a las mujeres no nos guste: me ha pasado que hablándolo con amigas me acaban diciendo, oye no lo sabía, tiene que molar", comenta María Rivas, de 18 años y vecina del barrio de La Luz.

De la misma zona de Avilés es María Crespo, también de 18 años. Cuando finalizó el cuarto curso de la ESO, decidió estudiar algo que realmente le gustase. Primero hizo los dos cursos de Carrocería. Y quiso seguir. Ahora cursa el grado superior de Automoción.

"Yo creo que se piensa que es más un trabajo para hombres cuando no tiene por qué ser así. Y es cierto que hay hombres que piensan que una mujer no va a saber o no lo va a hacer igual. No todos, claro, pero en algunas prácticas en empresas me he encontrado con comentarios que no venían a cuento. Demostré que sí sabía y listo, pero es verdad por ahí hay quien te pregunta por qué no te has metido a Peluquería", explica.

También Lucía Fidalgo, de 19 años, cursó previamente otro ciclo, Electromecánica, y ahora hace primero de Automoción. "Me encantan los coches y todo lo que tenga que ver con la mecánica. Hice una cosa y ahora otra, porque este ciclo es superior y te da más salidas laborales", señala, a la vez que explica "que a veces, la gente trata de quitarte la idea". "Escuchas cosas como que nadie le va a dejar el coche a una chica para que lo arregle, que nadie va a contratar a una chica para esto", añade.

No obstante, no hay unanimidad absoluta. Claudia Lago, de 35 años, tiene estudios universitarios, es Bióloga, y ahora cursa Electromecánica. "A estas alturas, en general, quien quiere lo hace. Si no hay más mujeres haciendo mecánica es porque les apetece más hacer otra cosa. En la Universidad también hay más y menos presencia femenina según la carrera. Y aquí pocos chicos en Peluquería. Es una cuestión de hacer lo que te gusta, la libertad de poder escoger", dice.

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