Tres de las catorce teleoperadoras que Konecta mandó para casa en junio de 2019 y que lograron en vía judicial la nulidad de sus despidos solicitaron ayer la reincorporación al trabajo. Las afectadas confían en que en el futuro, sino al menos la cordialidad, reine un clima de respeto. En la imagen, las tres trabajadoras, arropadas por varios delegados sindicales en su visita de ayer a la empresa.