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La investigación del crimen de El Cruce

Orden internacional de búsqueda sobre el autor de una paliza mortal en Llaranes

"Queremos que se haga justicia", clama la familia de la víctima sobre el presunto agresor, de origen portugués, al que la Policía busca en otros países

Zona en la que tuvo lugar la mortal agresión. MARA VILLAMUZA

La Policía Nacional busca por todo el mundo al principal sospechoso del homicidio de Julio Fernández, el avilesino que falleció el pasado agosto tras ser apaleado -según testigos- por varios individuos en El Cruce, Llaranes. Los indicios apuntan a que el presunto homicida, de origen portugués, podría haber escapado al país luso, si bien, no se descarta que su huida le haya llevado a otra nación. Por este motivo, la Policía ha emitido una orden internacional de búsqueda que, de momento, no ha surtido efecto, tal como afirman fuentes del cuerpo. Mientras tanto, los familiares de la víctima aguardan con la esperanza de que el supuesto autor del crimen aparezca. "Queremos que se haga justicia", claman.

La brutal pelea que acabó con la vida de Julio Fernández tuvo lugar en la madrugada del 17 de julio de 2019. Antes, la víctima y su presunto agresor habían discutido en un bar del Cruce, en la frontera entre Llaranes y Trasona. Según testigos, ambos se habían enzarzado en un riña dialéctica "por motivos de raza", pues Fernández era gitano y el supuesto agresor portugués.

La cosa no fue a más hasta unas horas después, ya pasada la medianoche. Fue entonces cuando, según el relato de la camarera de un establecimiento de la zona, Fernández fue sorprendido a las puertas del bar por un grupo de individuos entre los que estaba el portugués con el que había discutido horas antes. "Le pegaron una paliza y lo dejaron allí tirado", detalló la testigo, una de las primeras en socorrer a Fernández, que fue trasladado al Hospital Universitario Central de Asturias Allí luchó por sobrevivir durante un mes, hasta que finalmente falleció el 29 de agosto a causa de las lesiones.

Días después de la agresión, el hijo del principal sospechoso se personó de manera voluntaria junto a su abogado en la Comisaría de Policía. Pese a que el joven, menor de edad, aseguró que no participó en la pelea, de la que dijo ser un mero espectador, fue detenido por los agentes.

Mientras tanto, su padre sigue en paradero desconocido. Originario de una localidad portuguesa próxima a la frontera con Orense, los primeros indicios apuntaban a que podría esconderse allí. No obstante, hasta el momento las autoridades lusas no han encontrado ni rastro de él. Esto ha hecho que se amplíe el radio de búsqueda y la Policía haya emitido una orden internacional de busca y captura sobre el sospechoso. Por el momento, tal como confirman fuentes policiales, no ha habido novedades en el caso.

Por su parte, la familia de la víctima esperan con ansia novedades. "Queremos que capturen al culpable y que pague por lo que hizo", claman los allegados a la víctima, aún rotos por el dolor de la trágica pérdida de Julio Fernández, un hombre que era habitual en los bares del Cruce, donde era muy apreciado. "Era un hombre muy bueno que no se metía con nadie", lamentaban tras la pérdida.

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