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El arqueólogo Alejandro García retomará el estudio para recuperar la muralla

El experto participó en las excavaciones que dataron la fortificación en el siglo XI y en el hallazgo de restos del antiguo hospital de peregrinos

Alejandro García. R. S.

El arqueólogo castrillonense Alejandro García Álvarez-Busto se encargará de la redacción del estudio histórico-arqueológico sobre el tramo norrocidental de la muralla de Avilés, la que será la hoja de ruta para la redacción del estudio de detalle que permitirá recuperar parte de la fortificación. La firma Castrum Arqueología y Gestión Cultural, de la que es administrador, se ha llevado el contrato del estudio histórico-arqueológico, el segundo que adjudica el Ayuntamiento en apenas cuatro meses. El primer adjudicatario fue Sergio Ríos, uno de los arqueólogos que más ha trabajado en los últimos años en los yacimientos avilesinos, pero el encargo se solapó en el tiempo con su incorporación al equipo de Patrimonio del Principado, lo que implicó la renuncia del contrato municipal y la repetición del proceso.

Buen conocedor de la muralla avilesina es también Alejandro García Álvarez-Busto, experto en fortificaciones medievales. Participó en la excavación arqueológica que reveló que la villa de Avilés ya estaba amurallada en el siglo XI. Aquella intervención se realizó en un solar de la calle San Bernardo en 2004 y 2005. Hasta entonces, se creía por la documentación escrita que el recinto defensivo databa de los siglos XII o XIII. De esa campaña arqueológica en la que participó Alejandro García se pudo datar la muralla avilesina en el siglo XI con el método del "carbono 14", adelantando en más de un siglo la fecha de la construcción y vinculándola a la concesión del Fuero a la ciudad, en un momento de gran desarrollo urbano.

En un artículo publicado en 2005 en este periódico, los arqueólogos Alejandro García Álvarez-Busto y Alfonso Fanjul Peraza planteaban la posibilidad de un primer recinto de mayor antigüedad, "a confirmar por futuras excavaciones". Alejandro García también participó en la intervención arqueológica desarrollada en 2016 en el número 33 de la calle Rivero que tuvo como fruto varios hallazgos de relevancia que permiten conocer mejor el pasado medieval de la ciudad. Como informó entonces LA NUEVA ESPAÑA, el antiguo hospital de peregrinos de Avilés, que fundó en 1515 el canónigo toledano Pedro de Solís, no se demolió íntegramente en 1948, como se creía. Unas obras que se estaban acometiendo en el solar de Rivero sacaron a la luz la pared exterior del vetusto inmueble. La intervención arqueológica que acompañó a los trabajos permitió conocer que el derribo del hospital no fue total y que algunas de sus paredes fueron aprovechadas para construcciones posteriores.

Se descubrieron vestigios medievales que apuntan a la existencia de actividad artesanal más allá del núcleo amurallado. Los arqueólogos localizaron un empedrado de cantos rodados fechados en el siglo XVI gracias al hallazgo de una moneda y que permite definir el trazado de la antigua calle Rivero, que en este sector tendría más anchura que la actual y muy posiblemente contaba también en ese tramo con soportales, hoy desaparecidos.

El estudio histórico-arqueológico encargado ahora a García Álvarez-Busto es un documento necesario previo a la redacción del Estudio de Detalle del Área de Planeamiento Específico CH3 y cuyo objeto es la recuperación de un tramo de muralla y la regeneración urbanística del entorno. Abarca el área delimitada por las calles de La Ferrería, La Muralla, El Muelle, Rui Gómez y Jovellanos.

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