"Mariano Revuelta ha marcado un antes y un después en las relaciones de la Guardia Civil con la sociedad". Lo dijo ayer el alcalde de Illas, Alberto Tirador (IU), en el gran homenaje de despedida organizado para despedir al ya excapitán del cuartel de Bustiello. A juzgar por el poder de convocatoria que tuvo el acto, no se equivocaba. Más de un centenar de personas de entre políticos, empresarios y miembros de asociaciones de la comarca se reunieron en el restaurante del San Fernando para darle un cálido adiós a Revuelta, en la reserva desde el pasado 31 de enero. "No os voy a poder pagar en la vida este homenaje", agradeció el castrillonense, que seguirá el pie del cañón (aquí puedes leer dónde).

El tiempo dirá si lo acabará devolviendo. De lo que no quedaron dudas ayer es de que son muchos los que quieren pagarle a él. "Participamos en este acto con gusto, no para despedirle, sino para reconocerle su trabajo como gran servidor publico", destacó la alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, quien obsequió a Revuelta con el libro "El señor de la mar", un resumen de la exposición que será clausurada oficialmente hoy. "Esperamos que se siga acordando de nosotros, porque nosotros nos acordaremos de él todos los días", remató la regidora. También tuvo palabras de cariño para Revuelta la alcaldesa de Castrillón, Yasmina Triguero (IU). "Estamos muy agradecidos, porque eres un paisano del concejo y porque siempre has sido muy cercano a todos nosotros", aplaudió la regidora, que otorgó la insignia de plata y el escudo del concejo al excapitán. También se sumó al homenaje Tirador, quien ensalzó "la labor desarrollada estos años" por Revuelta en su concejo; y el alcalde de Llanera, Gerardo Sanz (PSOE), quien recordó una anécdota con el homenajeado. "Cuando en 2015 llegué a la Alcaldía, un entorno que desconocía por aquel entonces, la primera mano amiga que encontré fue la de Mariano", destacó el llanerense, que confesó profesar "admiración" por el capitán. El regidor de Corvera, Iván Fernández, tampoco estuvo en la cita.

No faltaron tampoco representantes de la cofradía del Bollo, la asociación "Lepanto" de veteranos de la armada, de las cofradías penitenciales, los gastrónomos del Yumay, la Escudería Avilesina, el coto de caza Sierra Pulide, la cofradía Buena Mesa de la Mar, el Club de Tenis, Artes y Oficios, Donantes de Sangre, Cruz Roja, Ucayc y diversas empresas. También miembros de la propia Benemérita, la Policía Nacional y la Policía Local. "Las relaciones entre los cuerpos han sido buenísimas", destacó el comisario jefe de Avilés, Gregorio Valverde, quien entregó un escudo del cuerpo a Revuelta, que se mostró muy agradecido. También con Rafael Rodríguez, jefe de la Policía Local, que colaboró activamente en la organización del homenaje.

"Veo cumplida una de las facetas que me encomendaron cuando llegué a Avilés: mantener relaciones con las instituciones. Yo siempre quise vender Guardia Civil, porque consideraba que estaba muy cerrada en sí misma, y creo que lo he conseguido", expresó un muy agradecido Revuelta a los amigos que ayer se reunieron para homenajearle. "Estoy muy agradecido. No quepo en mí", concluyó el homenajeado, que el próximo 2 de marzo pasará a ser ayudante en la capitanía de Gijón.