Los responsables de la cofradía de pescadores "Virgen de las Mareas", propietaria de la mayoría de las casas del barrio del Nodo, y una viuda inquilina de esas viviendas se vieron las caras ayer en el juzgado por la pretensión de los primeros de desahuciar a la mujer con el argumento de que no había pagado una derrama para hacer frente a obras de conservación en la fachada del edificio. Al margen de discutir la legalidad de tal derrama, lo que quedó probado es que la inquilina había puesto fin a la causa del desahucio y detenido el lanzamiento al haber hecho la consignación económica del dinero reclamado.