Una firma asturiana está a punto de lanzar al mercado las primeras luminarias que imitan al Sol. Normagrup, asentada en el parque tecnológico de Llanera, comenzará a producir en cuestión de días lámparas que aportan una luz saludable y que cambia según avanza el día imitando el ciclo del astro, consiguiendo que esa luz artificial respete el ciclo circadiano y favoreciendo así el dormir-despertar. Un centro educativo gallego estrenará esta nueva solución, cien por cien asturiana, que la compañía prueba en la habitación del futuro (la Room 2030) que está expuesta junto a la cúpula del Centro Niemeyer, en Avilés.
Estas luminarias revolucionarias son el fruto de la nueva tecnología "Saluz" de Normagrup, que busca eliminar los efectos perjudiciales que tiene en la salud la luz artificial y generar ambientes lumínicos sanos y confortables. Y es que la exposición prolongada a la luz artificial puede provocar dolores de cabeza, cansancio, estrés y hasta daños en la córnea.
Está demostrado que la exposición a la luz solar es fundamental para mantener un ritmo regular del sueño, uno de los pilares de la salud, y tiene una función de sincronización del sistema circadiano (los humanos estamos sincronizados con el sol de manera natural, lo que se conoce como ritmos circadianos). Por la mañana, la luz del sol nos ayuda estar más activos, mientras que al atardecer nos prepara para el descanso. Esa exposición es fundamental para sintetizar durante la noche melatonina, la hormona que nos dicta cuando despertar y cuando dormir. "Lo que buscábamos es que la iluminación artificial mantenga la generación de melatonina como si fuera el sol a través de un cambio del color de la luz en función de la hora del día", explica Mikel Jaureguizar, director general de la compañía. Con esta nueva tecnología, se modifica automáticamente la temperatura y la intensidad de la luminaria a lo largo del día para sincronizarse con los ritmos circadianos.
Estas revolucionarias luminarias también garantizan niveles mínimos de las fluctuaciones en el brillo de la luz que se manifiestan en forma de parpadeo constante, lo que se conoce como "flickering". Ese parpadeo exclusivo de la iluminación artificial y que no es perceptible a la vista puede provocar dolor de cabeza, jaquecas y hasta náuseas por una exposición prolongada.
En Normagrup también han conseguido desarrollar luminarias que eliminan un espectro de la luz que produce daños en la retina y han avanzado en la seguridad fotobiológica. "Con el led, en un milímetro cuadrado se pueden manejar muchos vatios de potencia. Eso provoca un efecto parecido al del sol, si lo miramos mucho rato nos daña la retina. Intentamos evitar el efecto directo de los led en el ojo y eso se mide con un índice que se llama seguridad fotobiológica", ahonda Miguel García, director de la división de iluminación.
En el mercado ya hay soluciones que permiten un cambio de la tecnología de color por medio de un software, de un control externo. En Normagrup también han integrado la tecnología en la propia lámpara, incorporándola en la propia electrónica. Con enchufar la luminaria a la corriente, ya funciona de manera autónoma imitando el ciclo del sol.
En solo unos días se hará la primera producción y se realizará una instalación interna en el parque tecnológico de Llanera, donde Normagrup cuenta ya con cuatro edificios, uno de ellos de I+D. El 1 de marzo está marcado en rojo en el calendario, es la fecha de lanzamiento al mercado. La segunda instalación se realizará en Galicia. Será en un colegio, una experiencia piloto que está previsto extender a más colegios de la comunidad gallega. Y ya se está probando, como experiencia piloto, en la habitación del futuro del Niemeyer.
La compañía especializada en iluminación de emergencia que fundó hace más de cuarenta años el empresario ovetense Aurelio González Soriano en un pequeño taller ha culminado además Normalink, un sistema propio basado en la conectividad, en el "internet de las cosas". Todos sus productos están unidos bajo un mismo sistema de control. Desde un móvil, tablet u ordenador se pueden controlar. Normagrup dio el salto tecnológico a finales de la década de 1990, cuando se implantó en el parque científico tecnológico de Asturias, donde ahora cuenta con unos 150 trabajadores. Se automatizaron todos los procesos y alcanzó un 40% de cuota nacional (es líder en el mercado nacional y un referente también en el europeo). Con el paso de los años incorporó nuevos productos (detección de incendios, sistemas técnicos hospitalarios) y mercados (a través de la exportación y de sus filiales en Francia, Inglaterra, México y Holanda).
La Room 2030 que se exhibe junto a la cúpula del Centro Niemeyer incorpora su revolucionaria tecnología "Saluz". El siguiente reto: conseguir interactuar con la habitación, que ésta reaccione a través de la voz y de los gestos de sus huéspedes.
