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El artista Carlos Suárez trabaja en un espacio de memoria para La Carriona

La intervención incluye una pieza rectangular de acero corten, símbolo del peso del pasado, sobre unas sillas que representan a los ausentes

La obra vista desde otra perspectiva.

Avilés sumará en los próximos meses un nuevo espacio de memoria. El encargado de darle forma es el artista avilesino Carlos Suárez. El autor de "El Bosque Encantado" que decora la Estación de Autobuses de Avilés, trabaja en "La Losa del tiempo", una obra que busca invitar a la reflexión, al diálogo para superar la losa del tiempo que pesa sobre nuestra historia reciente. La obra estará formada por una gran pieza rectangular de acero corten, símbolo del peso del pasado, sobre unas sillas que representan a los ausentes. Frente a este conjunto, más sillas, las reservadas a los presentes. El presupuesto municipal de 2020 recoge una partida de 20.000 euros para un proyecto de memoria histórica. Será para los cimientos de una actuación llamada a completar el Muro de la Memoria que se inauguró el año pasado en el cementerio de La Carriona.

El proyecto, que ya se presentó al Ayuntamiento de Avilés, va más allá de la intervención artística. El plan incluye la creación de un archivo digital vivo donde volcar la documentación, archivos, testimonios escritos y sonoros alusivos a la memoria histórica, una plataforma web a modo de espacio vivo para la consulta y el recuerdo. También está previsto lanzar una publicación que contextualice la intervención artística y su relación con los acontecimientos históricos así como material didáctico para difundir por los centros educativos de la comarca.

"La Losa del Tiempo" está concebida como un lugar de recogimiento que invita a la reflexión, a la necesidad de recuperar la memoria generando a través de una obra de arte que genera dudas e incertidumbres, que invite a la meditación sobre el borrado de la memoria de nuestra historia reciente.

"Proponemos una pieza abierta que sea capaz de abordar la memoria no como una verdad única, sino como un cúmulo de interpretaciones, de verdades antagónicas y discordantes, de silencios y olvidos", recoge el proyecto. Se trata de reconocer la lucha contra la represión y la defensa de los derechos humanos y los valores democráticos.

La gran pieza rectangular construida de acero corten simboliza la losa que ha acompañado a los cuarenta años de democracia que tanto ha costado retirar para mirar al pasado con transparencia y claridad. Las sillas representan el diálogo, el debate, la base para superar esa losa.

Las sillas estarán presentes en la obra tanto bajo la losa, a modo de tumba, como en el exterior. Según consta en el proyecto, bajo el planchón de acero estarán las sillas de los ausentes, "que establecerán un diálogo con las sillas de los presentes situadas en el exterior" (también serán de acero corten).

La intervención está pensada para la finca del cementerio de La Carriona que ocupaba el antiguo osario. Dadas las dificultades de acceso y la ubicación, la actuación artística se fabricará por partes que se irán ensamblando y montando sobre el terreno por fases. La pieza y el espacio contarán con iluminación para las visitas en horario nocturno. Se instalará tras el Muro de la Memoria inaugurado en abril de 2019 y que está formado por cuatro placas negras de aluminio de seis metros de largo y dos de alto con 620 nombres de represaliados ordenados alfabéticamente.

En el proyecto que ya está en manos del Ayuntamiento colaboran, entro otros, el artista avilesino Carlos Suárez (encargado del proyecto artístico), Pablo Martínez Corral (doctor en Historia y especialista en memoria histórica), Jaime Luis Martín (comisario artístico y crítico de arte) y la firma Signum Diseño (diseño gráfico y multimedia).

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