Hasta los años setenta se utilizaba como lavadero, pero la llegada del agua a las casas hizo que la fuente de San Juan cayera en el olvido. Tal fue así que, medio siglo después, se desconocía su paradero exacto. Las historias relatadas por Adelina García, de Casa Lola el Pinto, llamaron la curiosidad de su sobrina Bárbara García, una de las grandes impulsoras en recuperar "un lugar emblemático". Se puso manos a la obra, cogió su mochila y junto a Aarón Artime se introdujo en el monte de Biforco, frente a Casa José Pepa, siguiendo las instrucciones de Adelina. Tras hacerse camino y superar un gran bardal agudizó su oído para tratar de localizar la caída del caño de agua. Tras varias horas de intensiva búsqueda alcanzaron su objetivo.
"Hace dos años lo teníamos ya en mente porque era una fuente donde antiguamente se iba a lavar, se utilizaba mucho", comenta Bárbara García que marca su única intención "en recuperar un poco de tradición en esta zona". Desde su hallazgo, la vecina de Bañugues hizo un llamamiento a todos los vecinos que quisieran colaborar de forma desinteresada y la respuesta fue muy positiva. Begoña Alonso, María Jesús Alonso junto a su marido, Ana Cristina López, Ángel arizabalaga, Aarón Artime, Juan Costales y varios voluntarios más se pusieron manos a la obra.
Hasta el momento, sus primeras labores han sido la de retirar todos los matorrales que cubrían el antiguo camino, el cual comienza a aparecer de nuevo entre infinidad de objetos que van apareciendo a su paso. Desde casetas, zapatillas deportivas, plásticos y un sinfín de desperdicios que se han ido acumulando con el paso de los años. " Estamos abriendo el camino original para que se llegue, como antiguamente, a la fuente de San Juan, aunque aún nos queda muchísimo trabajo por delante porque nos encontramos con un gran matorral y está todo lleno de barro", comenta Bárbara García, que tiene previsto citarse próximamente con el resto de voluntarios para continuar con las labores de limpieza. Al menos, ahora, ya celebra que "ya se puede llegar a la fuente" aunque adecuarán más el terreno.
La vecina de Bañugues lamenta que "se están perdiendo todos los lavadores" por lo que no dudó en evitar que la memoria caiga en el olvido en esta zona. Y sus pretensiones van más allá porque por su mente pasa también la recuperación de otra fuente que vive sus mismas circunstancias. "Empezamos por San Juan, que es más emblemática, pero la fuente de Bras será la siguiente en descubrirse, lo merece", apunta. Tras medio siglo en desuso, la fuente de San Juan vuelve a ver la luz gracias a sus vecinos.
