El único acusado por el crimen de Paloma Barreto, Alisson de Luis Oliveira, volvió ayer a declarar ante el juez para ratificarse en su inocencia y asegurar que cuando abandonó el piso de la calle de La Cámara, la mujer transexual seguía con vida y con uno de sus clientes en la vivienda. Alyson, que contó con la ayuda de una traductora de portugués a través del teléfono, insistió en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Avilés, encargado de la instrucción de la causa.en que Barreto había iniciado una discusión con uno de sus clientes y que cuando él intentó separarles y calmar los ánimos fue la fallecida quien le dijo "que no me metiera en medio". El único acusado del crimen explicó ayer que al haber tantos gritos temió que algún vecino alertase a la Policía lo que le hubiese supuesto un problema ante su situación irregular en España. Alyson se mantuvo en que se fue por miedo y que en ningún momento pensó en las consecuencias fatales.

Para dar credibilidad a su versión de los hechos, Alyson aportó una descripción física bastante detallada de ese supuesto cliente que estaba con Paloma Barreto en el piso cuando él se fue. Otro de los asuntos a tratar, por los que el acusado pidió declarar, es que en un primer momento negó que hubiese salido a tirar la basura, tal y como se demostraba con las grabaciones de las cámaras de seguridad. Ayer aclaró que "no había entendido" lo que le preguntaron y que sí era cierto que había bajado la basura, pero que solo tiró sábanas desechables que utilizaba Barreto para los masajes que daba a sus clientes.

Este crimen atroz acabó con una vida, la de la transexual de origen brasileño Paloma Barreto que, a sus 38 años, encontró la muerte en un piso de citas de la calle La Cámara. No llevaba ni una semana en Avilés cuando fue hallado su cadáver. Un día después de los hechos, la Policía Nacional detuvo en León al brasileño De Luis Oliveira, de 24 años, como presunto autor del homicidio. Todos los indicios apuntaban a que fue él quien asestó las puñaladas a Barreto.