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La oposición pide contar con la hostelería para redactar la nueva norma de terrazas

"Hay que facilitar la accesibilidad de personas con movilidad reducida e invidentes y tratar de no perjudicar a los bares", coinciden los partidos

"Sentido común". Eso es lo que pide la oposición al gobierno local de cara a la actualización de la normativa de terrazas Los grupos municipales creen que el PSOE deberá tener en cuenta las circunstancias concretas de los barrios y casco histórico avilesino para evitar perjudicar a los hosteleros; eso sí, "teniendo en cuenta que hay que facilitar la accesibilidad de personas con movilidad reducida e invidentes".

Los agentes afectados por la ordenanza en cuestión son, básicamente, tres: vehículos, peatones y hosteleros. Lo que dicta la orden ministerial es que la distancia entre terrazas hosteleras y fachadas debe ser de, al menos, 1,80 metros para facilitar el tránsito de las personas con movilidad reducida y, especialmente, de los invidentes, que se guían por las fachadas cuando caminan por la calle.

Esta medida entró en vigor en enero de 2019, por lo que en la revisión de la ordenanza, prevista por el gobierno local en un futuro próximo, el Ayuntamiento deberá incorporarla. La principal preocupación de los hosteleros, tal y como informó ayer este periódico, es que la nueva norma les haga perder metros de terraza y, por tanto, ingresos. "De aplicarse a rajatabla se destruirán puestos de empleo", advirtieron.

"Entendemos que lo primero es facilitar la movilidad de personas con dificultades, pero a partir de ahí consideramos que deben hacer se máximos esfuerzos para tratar de armonizar la convivencia de todos los agentes implicados y no perjudicar a ninguno de ellos", apuntó Tania González, portavoz de Cambia Avilés, quien apuesta por reunir a técnicos y hosteleros en busca de una solución en la que todos salgan beneficiados.

En una línea muy similar se posicionan desde Ciudadanos. En la formación naranja aseguran ser conscientes de que la aplicación de esta norma, especialmente en el casco antiguo y en algunos barrios, es "muy difícil". "Se deberían estudiar los casos de movilidad individualmente. Hay que tratar de no perjudicar a los hosteleros y comerciantes, que no están pasando por un buen momento, y tenemos que intentar no perjudicarles. Eso sí, tratando de garantizar los itinerarios seguros", apunta el edil José Luis Ferrera.

Una de las propuestas del concejal, que ya ha adelantado que la intención de los suyos es participar activamente en la elaboración de la futura normativa, es flexibilizar esos itinerarios seguros para las personas con movilidad reducida e invidentes. "Por ejemplo, en calles como La Ferrería donde apenas hay espacio en la acera, quizás lo más sensato sería acercar el mobiliario a la pared y dejar el otro lado de la calle para tránsito", expone el edil de Ciudadanos, que reconoce que encontrar solución a todos estos problemas "no va a ser fácil".

El Partido Popular también se posiciona en un punto intermedio. "Aplicar la normativa de manera estricta afectaría a más del 50 por ciento de los establecimientos avilesinos. Hay que buscar un planteamiento que no les aboque al cierre", advierte su portavoz, Esther Llamazares, quien cree que hay que diferenciar entre calles y barrios. "Habrá lugares en los que la distancia 1,80 metros pueda aplicarse sin problemas y otros en los que, quizás, deba pensarse en reducir esa distancia", explica.

Personalizar los casos es también una de las soluciones que encuentran en Vox. "Lo primero, ante todo, es respetar la norma. Y luego, buscar fórmulas que no perjudiquen en exceso a los empresarios", adelanta su portavoz, Arancha Martínez, que se explica: "Hay calles en el casco antiguo que difícilmente permitan la accesibilidad, como por ejemplo la zona de soportales de Galiana. Pues bien, ahí se podría aprovechar esa zona para terrazas y dejar el resto de la calle, para el tránsito", propone la edil, que también advierte: "Lo que hay que vigilar es que no haya zonas en las que sea imposible pasar con una silla de ruedas o un carrito. Eso es lo que no se puede permitir".

Ésta es la línea en la que piden trabajar los hosteleros, que apuntan hacia estudios individualizados para analizar los casos de las terrazas. "Si la norma se aplica a rajatabla muchas terrazas se irán al garete, cuando hoy en día suponen una parte fundamental para los negocios", advirtió Rafael Bonilla, portavoz de hostelería en la Unión de Comerciantes de Avilés y Comarca (UCAYC), quien también aboga por el "sentido común".

Por lo dicho hasta ahora, la intención del gobierno local es utilizar las conclusiones del futuro Plan de accesibilidad del casco histórico para extrapolarlas a las diferentes circunstancias que se encuentren a lo largo y ancho del concejo y tratar de perjudicar lo menos posible a los hosteleros.

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