Veinticinco alumnos de primero de Bachillerato del Instituto de Enseñanza Secundaria de Corvera, en Los Campos, viajarán a Granadilla (Cáceres) entre los próximos 29 de marzo y 4 de abril para participar en el programa nacional de "Recuperación y Utilización Educativa de Pueblos Abandonados". El centro es el único de la comarca que ha sido seleccionado por el Ministerio de Educación para desarrollar esta iniciativa que persigue "el acercamiento a la vida rural de los jóvenes que, en su mayoría viven un mundo urbano, brindándoles la posibilidad de comprender la necesidad de un cambio de actitudes para asegurar el equilibrio futuro entre el hombre y su entorno".
Durante la semana que los jóvenes permanecerán en el pueblo cacereño conocerán y practicarán algunos oficios y labores propias del entorno en el que estarán alojados, como la carpintería o la ganadería, y trabajarán aspectos como la convivencia y el respeto a través de diversas actividades que incidirán en la educación ambiental, su importancia para el futuro y la necesidad de adoptar medidas para evitar su deterioro. En el caso del centro corverano, la iniciativa se desarrollará en Extremadura, aunque otras dos localidades, Búbal (Huesca) y Umbralejo (Guadalajara) forman parte de los destinos que adjudica el ministerio en esta convocatoria, en la que han sido elegidos 56 centros de Secundaria o Formación Profesional de toda España. Además del de Corvera, hay otros cuatro asturianos: el Escultor Juan de Villanueva (Siero), los IES de Llanera y de Pravia, y el Galileo Galilei (Navia).
El jefe de estudios del instituto corverano, Francisco Ramos, explica que la decisión de presentarse surgió de manera "algo accidentada", aunque ha tenido un resultado "feliz". Los alumnos tenían previsto irse de viaje de estudios a Portugal, pero, por distintas circunstancias, la iniciativa no acababa de concretarse. "El pasado mes de enero, en vista de que no salía ese viaje de estudios, presentamos un proyecto para participar en este programa. Era una oportunidad interesante, porque planteaba actividades de convivencia, solidaridad y trabajo en el medio rural desde un punto de vista educativo, que podía aportar mucho a los chavales, y, a la vez, nos permitía hacer un viaje de una manera más económica para todos. Afortunadamente nos seleccionaron", explica.
El Ministerio financia el alojamiento y la manutención y desde el centro solo hay que hacerse cargo del transporte de ida y vuelta hasta Granadilla. "Desafortunadamente, el programa solo permite la participación de 25 alumnos por centro, así que tenemos que hacer nosotros una selección, a partir de las notas medias de los alumnos y de su comportamiento", señala Ramos.
El proyecto con el que el centro optó a la convocatoria incidía en que el aprendizaje que los jóvenes realicen en el pueblo cacereño tenga un efecto sobre el conjunto de su instituto. "Se trata de que a la vuelta compartan con sus compañeros la experiencia, que haya una transferencia de ese conocimiento y de su aplicación práctica", concluye el jefe de estudios.
