La Adoración Perpetua, que acoge en Avilés la iglesia de San Antonio de Padua (los antiguos padres franciscanos) ha decidido suspender los turnos de rezo sin fecha de vuelta determinada por prevención. La Adoración Perpetua está formada por algo más de 250 personas. Cada una de ellas se compromete a estar un tiempo determinado en la iglesia, rezando, atendiendo a los visitantes, todos los días del año, todas las horas del día.