Asturias ha perdido en la última década un total de 108 embarcaciones profesionales. Pero si hay un puerto que ha registrado una caída espectacular es el de Avilés, que ha pasado de ocupar el tercer puesto en el ranking regional en cuanto a número de lanchas a cerrar el pasado año en el séptimo lugar con solo quince barcos, casi un sesenta por ciento menos que hace diez años cuando sumaba 37, según los datos que maneja el Sadei. Pese a todo, Avilés se mantiene como el principal puerto pesquero asturiano con aproximadamente el setenta por ciento de descargas de pescado.
La pérdida de lanchas es una constante desde hace años en el ámbito nacional y a escala de Asturias, y por extensión Avilés, no es una excepción. Los profesionales achacan que la región haya bajado hasta los 251 barcos a la "desmoralización" por la escasez de cuotas y a la falta de relevo. Los marineros ya no quieren que sus hijos salgan a la mar: "Ya no es una profesión con futuro", dicen los más viejos. Los jóvenes sin antecedentes familiares en la mar tampoco auguran éxitos en eso de enrolarse en la aventura marinera.
Esa falta de esperanza nace curiosamente en Bruselas y en Madrid, lejos del Cantábrico, donde los representantes políticos analizan en cupos y cuotas (cantidades que se permiten pescar según qué especies por barco o marinero) las especies de mayor valor comercial como el bonito, la merluza o la xarda (caballa) sin dejar atrás el bocarte o la anchoa. La cofradía asturiana, por ejemplo, que más barcos ha inscrito para la presente costera de la xarda ha sido Cudillero, con 34. ¿En números? Cada tripulante enrolado podrá capturar un máximo de 3.840 kilos.
El desmantelamiento de la flota asturiana parece, así, no tener fin. En el año 2003, por ejemplo, había 432 barcos pesqueros en la región; en 2017, 256 y en 2019, 251. En Avilés la misma curva descendente, aunque más agudizada: 37 barcos en 2009, 25 en 2017 y solo 15 con bandera avilesina el año pasado. Si bien la villa ocupaba hace una década el tercer puesto en el ranking de mayor número de barcos, a día de hoy tiene por delante a Cudillero con 48 lanchas, Luarca con 24, Luanco (incluido Bañugues) con 23, Lastres (Colunga) con 20, Gijón con 19 y La Arena (Soto) con 17.
La flota asturiana y también la avilesina se compone, principalmente, de barcos de pequeño tamaño que se dedican a la bajura y las artes menores. Concretamente, el 53 por ciento de las embarcaciones asturianas (138 del total) tienen una eslora de hasta diez metros. Es decir, se trata de lanchas de pequeño porte. Solo 13 de las 262 tienen de 24 a 40 metros de eslora, lo que representa al cinco por ciento del total, siempre según el censo del Ministerio. En Avilés, aunque con 15 barcos en 2019, hay que destacar que cuatro de los cinco arrastreros asturianos tienen su base en la villa del Adelantado. Estas son las embarcaciones que, por sus características, traen más pescado a puerto. Hace una década en Avilés estaba el cien por ciento de los arrastreros: nueve de nueve. También es destacable que Avilés cuente con una de las seis lanchas de cerco censadas en Asturias y tres de los 25 palangreros con bandera asturiana.
Como dato positivo cabe destacar que, aunque cada vez más mermada, la flota pesquera asturiana es de las más jóvenes del país con 22 años de antigüedad media, diez menos que la nacional y solo superada por la cántabra y la vasca, con embarcaciones que acaban de cumplir la mayoría de edad. La "juventud" de la flota pesquera se explica por las ayudas existentes hasta ahora, que ya han expirado. Esto, según los expertos, supondrá un "pequeño parón" en la renovación de más embarcaciones. El año que viene Asturias, probablemente, restará de nuevo lanchas.
