La odisea viajera de la luanquina Sara García Bango, a quien la pandemia de coronavirus le pilló de vacaciones en Filipinas, está próxima a concluir. La joven ya está en Barcelona, a donde llegó vía Tokio y París. Una vez ya en suelo español, el trastorno para cubrir los últimos kilómetros de su viaje de regreso a casa es consecuencia de la reducción de los servicios aéreos entre la Ciudad Condal y Asturias, a consecuencia de lo cual Sara García Bango no podrá volar hasta el jueves.

Paradojas de los acontecimientos sanitarios que afectan a la movilidad mundial, la luanquina ha tardado menos tiempo en llegar de Manila a Barcelona de lo que va a tardar en llegar de Barcelona a Asturias.

Sara García Bango, a quien acompaña su amiga catalana Marta Alonso Oriola, está en perfecto estado de salud y deseando abrazar a su familia, que ya respira más tranquila en su casa de Luanco.