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Pinceladas contra el tedio

El pintor avilesino Favila instruye sobre cómo iniciarse en la pintura con objetos cotidianos que todo el mundo tiene en casa

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Favila enseña a pintar en casa

¿Aburrido de estar en su domicilio por la obligada reclusión sanitaria? Pues dé rienda suelta a su creatividad y pinte. Es lo que aconseja el pintor moscón-avilesino y maestro de creadores Amado González Hevia, "Favila", que ha tenido la idea de animar en su muro de Facebook a que la gente aproveche estos días de encierro forzoso para coger los pinceles y, quién sabe, descubrir un talento oculto o una afición ignorada.

"Los grandes pintores de la antigüedad pintaban en casa, un lugar tan bueno como otro cualquiera para practicar, porque disponer de un estudio específico para esa actividad era -y es- un lujo al alcance de muy pocos", cuenta Favila a modo de introducción de su alegato en favor de los pintores domésticos. Él mismo predica con el ejemplo en estos días de "cuarentena" domiciliaria.

Favila es consciente de que la orden de encierro casero ha podido pillar a muchas personas sin tener a mano los útiles necesarios para pintar. A saber: caballete, lienzos, pinturas, pinceles... No hay problema, el maestro avilesino da ideas para salir del paso con objetos y materiales que hay en todos los hogares. A falta de caballete, la recomendación del experto es usar una silla con respaldo. Como lienzo se puede usar cualquier cartón blanco o un simple folio de papel debidamente prendido a un soporte rígido. Como pinceles, vale cualquier cosa que tenga pelo: brochas de maquillaje, cepillos de dientes, brochas de las que se usan para pintar paredes o de las utilizadas en tareas de cocina, palitos higiénicos con cabezales de algodón... o las mismas manos, que fueron los primeros pinceles que usaron los hombres de las cavernas. Respecto a qué usar como pintura, la propuesta de Favila es el café soluble o una taza de café puro. En caso de querer diversificar la paleta de colores: azafrán diluido en agua, pimentón... También valen lápices de colores, rotuladores o barras de labios. La cosa es que pinte.

¿Por qué el café es la mejor elección como sustitutivo de las pinturas convencionales? Según Favila, "es barato, asequible, se deja degradar para obtener diferentes tonos en la paleta de colorido y fija muy bien en un soporte de celulosa como el cartón". De hecho, hay un estilo emergente de pintura que utiliza como sustancia colorante el café. El pintor avilesino propone en su manual de "pintura en casa" disponer al menos seis pocillos de café con diferentes intensidades para tener otras tantas posibilidades de combinación de colores. Como de lo que se trata al trabajar con café es de pintar al agua (como si fuera acuarela), la posición del lienzo en la silla no ha de ser muy vertical, pues la "pintura" podría arrollar. Lo mejor, un ángulo de 45 grados.

Con todo dispuesto, manos a la obra. Pero, ¿qué pintar? Para iniciarse, Favila aconseja tomar como modelo cualquier enser de la casa: un jarrón, una figurita, un juguete de los niños... Para la demostración que hizo a sugerencia de LA NUEVA ESPAÑA, Favila eligió un osito de peluche. "Lo de menos es qué pintar. Cualquier cosa puede ser plasmada en el lienzo; eso sí, en los comienzos es preferible que sean cosas sencillas", alecciona.

A juicio de Favila, "la pintura es un excelente antídoto contra el tedio; es una de esas actividades que cuando te pones experimentas la sensación de que no pasa el tiempo; esto se debe a que mientras pintas el lóbulo cerebral que trabaja es el derecho, el que aloja la creatividad de las personas, ya sea pictórica, musical o literaria... Y descansa el izquierdo, que es el matemático, el lógico...". Para los interesados en profundizar en la materia, el pintor ha subido un vídeo a su portal de Facebook (@estacion13favila) en el que da nociones técnicas y realiza una exhibición.

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