La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un gimnasio en casa

Deportistas aficionados y profesionales resaltan la importancia de estar activos: "Con 15 o 20 minutos basta"

Damián Benigno, durante uno de sus ejercicios en su domicilio. D. B.

Subir las escaleras del edificio, utilizar las plataformas virtuales para hacer rodillo con la bicicleta o hacer pesas incluso con botellas de agua o leche. También las habituales sentadillas, abdominales y planchas entran en juego. El ingenio ha entrado en los domicilios de los avilesinos, que han transformado un improvisado gimnasio en sus domicilios con tal de mantener la forma y la rutina deportiva tanto para amateurs como para profesionales. Damián Benigno Jiménez, "Beni", que lidera el gimnasio corverano Brown Bears, da sus clases a través de las redes sociales. "Nos estamos entreteniendo mientras mantenemos la rutina que teníamos, y además el ejercicio es muy valioso para la mente", comenta. Más si cabe en estos momentos en el que es importante estar lo más activo posible.

El pasado día 16 comenzó con la rutina de "deberes" para todo aquel que requiera de un poco de tiempo. Marca "entre 15 y 20 minutos" como el trabajo básico para mantener la forma y, a partir de ahí, cada uno adapta el ejercicio a sus condiciones. Sentadillas, abdominales, burpees, trabajo isométrico, subirse a una silla con una mochila cargada de leche o botellas de agua, todo suma para el entrenamiento en casa. "Con tu cuerpo y ganas se puede hacer un montón de trabajo", afirma Damián Benigno, que, además, sigue de cerca los comentarios de quienes le siguen. Incluso estudia sus vídeos para corregir y aconsejar en sus posturas.

Semanalmente planifica los ejercicios adecuados para trabajar las distintas partes del cuerpo. Si durante el lunes apuesta por el trabajo de piernas subiéndose y bajando de una silla, el martes cambiará a brazos o abdominales. Y así durante todo el proceso. "Con muy poco material o incluso con nada, se puede hacer un buen ejercicio", describe Beni, que en sus primeros entrenamientos ya contabilizaba una media de más de 3.000 visitas diarias, la cual ha ido en aumento. Incluso ha puesto al alcance vídeos de meditación de diez minutos para los principiantes. Todo suma. "Hay que mantenerse activos", concluye.

También profesionales del deporte como Álex Costoya, jugador del Chambéry Savoie, busca en su domicilio francés el mejor método para no perder la forma física. Ataviado con gomas, pelotas y una comba, no falla a su cita con el ejercicio. "Intento perder lo menos posibles, hago sentadillas con mi pareja tirando un poco de ingenio, hago trabajo aeróbico saltando a la comba, burpees -echarse en plancha, levantarse y saltar- y todo lo que pueda, es necesario", comenta, en su caso, con la intención de regresar en el mejor estado de forma de cara a que se reanude la Liga francesa de balonmano.

El confinamiento en casa es una dura prueba para todos los ciudadanos, pero más aún para los deportistas o aquellas personas que habitualmente practican deporte en gimnasios o al aire libre. Pero los deportistas se han buscado la vida para seguir manteniéndose en forma pese a quedarse en casa.

Alba García (Avilés, 1983) fue una deportista de élite del fondo femenino, formada en la Atlética Avilesina tuvo que abandonar la competición oficial cuando una artritis reumatoide la alejó de las pista pero sigue entrenando a deportistas y participando en todas las pruebas que puede. "Para estos días se puede hacer un pequeño circuito por la casa quitando algunos muebles, o hacer como que caminamos lo que se llama el "soldadito". Hay que echar imaginación para superar la situación, poner música y bailar durante una media hora es muy bueno porque también nos anima psicológicamente", explica la deportista.

Imaginación es la de Manuel Suárez, que acostumbrado a ir diariamente al gimnasio, ha decidido cambiar el ascensor por las escaleras. Cada mañana se equipa como si fuera al gimnasio y sube y baja las escaleras de una docena de pisos en el edificio donde reside en Castrillón. "El ejercicio es bueno para mantener bien el cuerpo pero también la mente", señala. "Suelo estar una media hora subiendo y puedo decir que en estos días no me he cruzado con ningún vecino, todos usan el ascensor", afirma.

En Italia, pese a la estricta cuarentena, hasta hace unos días se permitía a los ciudadanos salir a correr o andar en bicicleta, siempre en solitario, pero las medidas han cambiado. Otra solución para italianos y españoles es dejarse guiar por la multitud de vídeos sobre entrenamientos deportivos que hay en las redes sociales, todo para mantener el tipo y los hábitos saludables.

Compartir el artículo

stats