Por Jaime Pérez Lorente le conocen pocos en Soto del Barco. Para todos es Jimmy, uno de los dos policías locales del municipio. Sin embargo, en estos tiempos de confinamiento ni Jaime ni Jimmy; “Chase”, el perro policía de la “Patrulla Canina”. “Es un momento, pasamos por las casas de los guajes que cumplen años, mi compañero pone por megafonía el ‘Cumpleaños feliz’ y alguna otra canción y yo salgo disfrazado del perro policía y les pregunto cómo van los deberes, si se portan bien... En el Ayuntamiento tenemos muchos disfraces, de Mickey y de otros muñecos de Disney… Yo me pongo el de perro policía de los dibujos, que parece el más adecuado”, cuenta el agente de Policía como sin darse importancia.

“En este tiempo, si podemos distraer un momento, pues bien”, cuenta por teléfono. “La parada esta no interrumpe el trabajo, los vecinos son muy responsables, apenas hemos tenido que intervenir”, cuenta con satisfacción ahora que ha saltado a las redes un vídeo de una de sus actuaciones: el cumpleaños de Patricia, en el centro de Soto del Barco. “Hasta el día 11, cuando se supone que acaba esto, tenemos siete cumpleaños más”, apostilla. “Pensamos que lo mejor era hacer una pequeña fiesta, ya digo, diez minutos, a los guajes que van de 3 a 11 años. Me puse el disfraz de ‘Chase’ el otro día, cuando tocaba el cumple de un niño de 3 años. Ahí se asustó, que es que tengo una voz...”, bromea el agente.

La lista de cumpleañeros es fácil de hacer. “No hay tanto niño en el concejo, así que…”. Pérez y su compañero montan estos jolgorios para rebajar la tensión de los días repetidos en casa, encerrados a cal y canto. “No queremos avisar a la familia, queremos darles una sorpresa, así que contamos con la complicidad de algunos vecinos; paramos el tráfico, salimos a la calle, ponemos la música y se asoman. No es nada del otro mundo”, resume el agente sotobarquense.

También varios agentes del Cuerpo Nacional de Policía de Gijón se escaparon ayer un momento para darle una sorpresa a Pablo García, un pequeño gijonés de 4 años que, como muchos, tuvo que resignarse a soplar esta vez las velas entre cuatro paredes y sin poder ver a sus amigos. Sus padres, sin embargo, se encargaron de que la jornada sí pudiese quedar en el recuerdo del pequeño y contactaron con el cuerpo policial de la ciudad explicándole que el cumpleañero es un gran aficionado del trabajo de las fuerzas de seguridad y que no le vendría mal una visita.

Al final se movilizaron una decena de agentes con las sirenas de sus coches encendidas y se pararon frente a la plaza del Humedal, donde reside el pequeño. Como esta zona de la ciudad está siendo estos días especialmente activa (uno de los vecinos organiza conciertos improvisados de trombón todas las tardes y la comunidad ya ha tomado por costumbre entonar a voz en grito el “Resistiré” tras el aplauso de rigor a los sanitarios a las 20.00 horas), la plaza no tardó en organizar su fiesta, aunque la mayoría de residentes no acaban de tener claro a quién le estaban cantando el “cumpleaños feliz”.

Pablo García ya estaba avisado y esperaba sonriente y con el balcón lleno de globos en compañía de sus padres, que tuvieron que auparle para que pudiese ver bien a sus héroes por encima de la balaustrada. Los agentes hicieron sonar las sirenas de los coches y encendieron también las luces. Este pequeño gesto de felicitación, aclararon después los agentes que participaron en el homenaje, iba también dirigido “a todos aquellos niños que estos días estén de cumpleaños y no lo puedan celebrar; para todos ellos, mucho ánimo”.

Esta misma semana, el cuerpo de la Policía Local también publicó en sus redes un vídeo de ánimo para los pequeños de aniversario estos días y que no pueden salir de sus casas. Poco después de las cinco de la tarde, los cinco coches patrulla volvieron a sus funciones de seguridad ciudadana, pero los vecinos del Humedal ya se habían quedado con la copla de que alguien estaba de cumpleaños en el barrio y, dirigidos por Ángel Iglesias, el encargado de tocar el trombón todas las tardes, volvieron a felicitarle durante el aplauso de las 20.00 horas.

La necesidad de fiesta también se dio en Langreo. Un agente de la Policía Local, Marcelino, que en la tarde del sábado sorprendió al personal del área de Urgencias del Hospital Valle del Nalón tocando la gaita. El policía animó a los sanitarios que se encontraban en el centro hospitalario, que aplaudieron y agradecieron este bonito detalle. Además, acabó su actuación con “Asturias, patria querida”, que todos corearon. Pero no fue lo único que hicieron los agentes, también en colaboración con la Policía Nacional, durante el aplauso de las ocho de la tarde, las patrullas discurrieron por el distrito langreano a ritmo de “Resistiré” del “Dúo Dinámico”.

Oviedo también tiene su propio “poli marchoso”. Es José Vazquez, un agente de la Local que logró convertirse en una estrella para los niños de la ciudad por las divertidas clases de educación vial que imparte en los colegios, siempre acompañado del muñeco “Tuca”. En estos días de confinamiento en casa, Vázquez sigue en contacto con los pequeños a través de la cuenta de Facebook del área municipal de Seguridad Ciudadana. Con una periodicidad de 48 horas, publica divertidos vídeos y juegos para que los niños comprendan la necesidad de no salir a la calle ni acudir al cole durante un tiempo. “Hay dos tipos de héroes, la gente que trabaja fuera para cuidar y que se cure la gente, y los que están en casa, en la resistencia, aguantando para que los bichos pasen de largo y nos hagan daños”, afirma Vázquez en un mensaje a la infancia ovetense..

José Vázquez es un policía local de Oviedo y con la ayuda de "Tuca" enseña seguridad vial en los colegios de una forma muy particular. Sus canciones y coreografías arrasan allá donde va y ahora a través de la cuenta de Facebook del área de Seguridad Ciudadana hará más llevadera la cuarentena a los más pequeños. Cada dos días se publicarán vídeos y juegos para que los niños aprendan la importancia de quedarse en casa