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Los emprendedores tiemblan

La mayoría de las firmas de La Curtidora teletrabajan en plena incertidumbre, varias paran y las de alimentación funcionan en el centro

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Los emprendedores de La Curtidora

El confinamiento por la pandemia de coronavirus ha dejado prácticamente vacío el vivero de empresas La Curtidora en su 25 aniversario. Más del 90% de las firmas alojadas en el centro público está teletrabajando. Es el caso de Satec, que cuenta en Asturias con unos sesenta empleados. Las hay que han tenido que echar el cierre obligado, como las salas de Escape, y también (las menos) que mantienen la actividad en el centro bajo rigurosos controles de higiene y seguridad. Cada uno tiene su propia historia y un miedo común: la incertidumbre ante lo que se avecina tras el Estado de Alarma.

A Cimc-Tianda Airport Services, empresa especializada en equipos y sistemas para el sector aeoroportuario, le llegó pronto la sacudida. La firma, con 17 trabajadores, cuenta con delegación en Venecia. Cuando Avilés vibraba con el Descenso de Galiana, el aeropuerto italiano "ya estaba completamente parado" tras la detección de los primeros contagiados por coronavirus. "Ya adoptamos entonces medidas de protección con los empleados. El personal sigue haciendo labores de mantenimiento allí. Afortunadamente no tenemos ningún contagiado, pese a vivir en zonas calientes", cuenta su gerente, Ángel Fernández, quien antes de que la pandemia explotara en España, ya había organizado el teletrabajo.

Las obras que Cimc-Tianda tenía en marcha en dos aeropuertos parisinos también se paralizaron y los técnicos regresaron a casa. "Debíamos vacaciones del año pasado y días compensatorios. Estamos tirando de eso hasta ver donde acaba todo esto. A nivel de facturación se nos para todo, pero confiamos aguantar sin problemas. Cuando arranquemos, esperamos mucho nivel de actividad. Al habernos paralizado las obras, coincidirá con el arranque de otras en Turín y Francfort. Vamos a tener que empezar a buscar personal que hable alemán", explica Ángel Fernández.

A David Casado, de la sala de escape Las Celdas, le comenzaron a llover las cancelaciones una semana antes del confinamiento. "Estaba rezando porque se incluyesen los negocios de ocio como el mío entre los de cierre obligado. Conmigo trabajan dos chicas a tiempo parcial, dos sueldos más Seguridad Social... Las voy a compensar con lo que van a perder el por el ERTE", relata. En blanco quedará esta Semana Santa, "una de las épocas más fuertes", y las piernas siguen temblando por la incertidumbre ante la que se avecina. La gratuidad del alquiler de abril en el centro es un "gran alivio". La suya es una de las mayores naves de la antigua fábrica de curtidos.

Orlas de bachilleres

En casa, confinado, también está el fotógrafo René Estébanez. Calcula que ya ha dejado de facturar unos 4.000 euros. No sabe qué será de la Comunión que tenía contratada, si podrá hacer las fotos de la orla de los bachilleres del Santo Ángel (el primer centro de Avilés que echó el candado por el coronavirus), o las del alumnado de Infantil y Primaria de Los Campos (Corvera). "Estos días solo pude rematar la grabación de un vídeo que tenía pendiente para una empresa, con todos los protocolos fijados (guantes, distancias de seguridad...)", explica.

Quien le iba a decir a Jordi Feliu hace unas semanas que la lentitud de los trámites burocráticos iban a salvar su negocio. Su empresa, Arofruit, es de las pocas que sigue en La Curtidora. Está especializada en la fabricación de frutas para yogures. Feliu alquiló hace quince meses unas nave en la Travesía de la Industria para la mudanza. "En marzo del año pasado entregamos el proyecto al Ayuntamiento y seguimos sin la licencia para reformarla. Si nos llega a pillar esto con las obras en marcha, habría sido una catástrofe. Tendríamos que haber dejado de producir, haber preparado un stock fuerte, trasladar los equipos...", cuenta.

Arofruit, con tres empleados, tiene ahora "pedidos mucho más importantes que los habituales" y forma parte de esa cadena que asegura "que la gente coma". Los yogures también vuelan de los supermercados, como el papel higiénico. Feliu, tecnólogo en industrias lácteas, es el único en la fábrica. El resto, se encarga del trabajo telemático y de la gestión. "España tiene una industria agroalimentaria de primer nivel, la gente puede estar tranquila", subraya.

Son catorce las empresas que siguen trabajando "in situ" en La Curtidora, según los datos facilitados por el Ayuntamiento. Entre ellas se encuentra Ole tus huellas, una boutique online de alimentación saludable para perros y gatos que pusieron en marcha hace cinco años la nutricionista Aida Lucas y su pareja, Joaquín González. En mayo cumplirán su primer aniversario en el vivero avilesino. "Tenemos más trabajo porque la logística se complica con los protocolos de seguridad y la limitación de los espacios. Creemos que no va haber problemas de desabastecimiento por ahora. Los proveedores operan con normalidad, aunque se producen demoras en las entregas en determinadas rutas", explica ella.

Previsiones pesimistas

Desde La Curtidora salen estos alimentos y artículos gourmet para perros y gatos hacia toda la Península y Baleares. Sus clientes les agradecen que sigan al pie del cañón. "Eso nos da fuerzas", afirma Aida Lucas.

La firma Solucpro, especializada en la venta e instalación de equipos audiovisuales, reconoce que sus previsiones son "pesimistas". El negocio no tira pese a la importancia de las telecomunicaciones en estos tiempos de encierro. "Algún equipo de videoconferencia y streaming se ha vendido, pero no lo suficiente. El potencial de estos equipos para telepresencia y colaboración grupal, retransmisión del evento en directo en un canal de televisión, etcétera, es muy alto, pero nos encontramos con la utilización de sistemas como Skype por ser lo que se conoce o se tiene ya instalado de antemano", explica Javier Llorente.

Y concluye: diciendo "Es importante que las instituciones y las empresas trabajemos en común para reflotar esta situación inesperada. Debemos confiar en nuestra capacidad de superación con ilusión y mucho trabajo". Así sea.

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