Cariño de ida y vuelta en Castrillón. Trabajadores de la concesionaria regional del servicio de ambulancias, Transinsa, celebraron ayer una cabalgata por las calles del concejo para agradecer a los vecinos su responsabilidad en la lucha contra la propagación del coronavirus y para insuflarles ánimos para los días que quedan de confinamiento domiciliario. Los residentes respondieron a este gesto con cerradas ovaciones para los sanitarios.

La cabalgata sanitaria pasó por la residencia de ancianos El Villar, principal foco de contagio de la comarca que acumula cuatro fallecidos entre sus residentes; por las calles de Piedras Blancas; y por el Alimerka de la avenida del Campón de Salinas, cuyos empleados llevan días animando al vecindario a base de bailes y buen rollo a las ocho de la tarde. En todos los puntos por los que pasaron los sanitarios fueron jaleados por los vecinos, que quisieron pagarles parte de su esfuerzo a base de atronadoras ovaciones.

"Lo que pretendemos es animar a la gente y, sobre todo, agradecerles su comportamiento estos días", aseguran los trabajadores de Transinsa, emocionados por el calor recibido en las calles de Castrillón.