José Ramón Pérez Iglesias siempre fue "Monchi, el del bar Refugio", en Llano Ponte, a un paso de la plaza de los Oficios. Su bar tienda fue muy popular. Pérez Iglesias la había llevado durante más de medio siglo. La había heredado de sus padres. Murió ayer en Langreo. Hoy a las 11.00 horas le entierran en La Carriona. Tenía 77 años.

El Refugio era un local frecuentado "por todo tipo de públicos", cuentan sus amigos. Desde empresarios y políticos a la parroquia diaria del barrio. Era un bar, pero, sobre todo, una casa de comidas.

Pérez Iglesias estaba viudo y hace años vio morir al único hijo que había tenido, Ramonín, como le llamaban todos los que le querían. Su heredero principal es su hermano mayor.

"Si tenía algún defecto es que trabajaba mucho", cuentan alguno de sus clientes antiguos. Había cerrado el local cuando se jubiló, hace más de una década. Vivía en el Carbayedo. "La afición que tenía era la de la caza: salía cuando tenía un descanso. Luego cocinaba lo que traía. Era uno de los mejores en prepararla. Pero también el bacalao al pil pil y las empanadas, que estaban enormes. Como de casa", le recuerdan.