Favila no para. Ni siquiera cuando se encierra en casa para cumplir con el confinamiento decretado por el Gobierno. "No tendremos Semana Santa ni tampoco fiestas del Bollo, pero no quiero renunciar ni a una ni a otras", explicó a LA NUEVA ESPAÑA el pintor moscón en conversación telefónica. Así que decidió entretener su encierro con los pinceles. "Es un trabajo diario", dice.
Ha pintado escenas que sintetizan cada una de las procesiones del calendario avilesino: desde La Borriquilla, hasta el Santo Encuentro, la parada que hubiera correspondido a ayer mismo. "Hacer el Santo Encuentro en el Parche exige un lienzo enorme, más que el resto de la colección. Tendría que haber pintado a vista de pájaro. Así hubiera podido contar toda la escena: la Dolorosa, el Cristo, San Juan... así que decidí que no, que así perdían protagonismo cada uno de los pasos. Así que esa procesión en un lugar de un lienzo, tiene tres", cuenta el artista, más casero que nunca.
"Lo de hacer una exposición es secundario. Lo que quería es no olvidar lo que pasa", resume el pintor, al que le quedan las procesiones previstas hasta el próximo Sábado de Gloria. La de entonces es la de la Resurrección.
"También pienso pintar escenas referidas a las fiestas de la primavera", promete el artista. En mente tiene la entrega del bollo, unos gaiteros tocando en la calle, el desfile de carrozas y, "por supuesto, la Comida en la Calle".
Por otra parte, mañana, Viernes Santo, en el tradicional Desenclavo -en la campa de San Nicolás- se rendirá un homenaje a los fallecidos por coronavirus y sus familias y, además, a "los enfermos que luchan por salir adelante; los sanitarios que se esfuerzan por dar esperanza y vida; las fuerzas de seguridad del Estado, tiendas de alimentación, repartidores, sector de limpieza, transportistas".
