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JOSÉ MANUEL GÓMEZ DE LA UZ | Presidente del comité de empresa de Alu Ibérica

"Alcoa nos vendió a unos trileros que estafaron a los trabajadores"

"Si no se enteraron de la operación, es que tenemos un Gobierno de ineptos; si, en cambio, lo supieron, es que son unos sinvergüenzas"

José Manuel Gómez de la Uz, en la pantalla del teléfono móvil durante una videollamada. MARA VILLAMUZA

La conversación que el presidente del comité de empresa de la fábrica avilesina de Alu Ibérica, José Manuel Gómez de la Uz (Cudillero, 1976), mantiene con LA NUEVA ESPAÑA tiene que ser obligatoriamente a través del teléfono. Lo que está encima de la mesa es la singular venta de la mayoría accionarial por parte de Parter Capital al Grupo Industrial Riesgo, una operación que se conoció hace dos semanas y que no deja de sembrar inquietud en la planta de San Balandrán y en toda la región. El consejero de Industria, es decir, Enrique Fernández, confesó esta semana a instancias de Ciudadanos que tiene dudas sobre la solvencia de la operación. De la Uz, sin embargo, va un poco más allá: a si Parter Capital era, de verdad, la empresa "buena" para quedarse con las fábricas.

- ¿Lo era?

-Eso es lo que tiene que decir Alcoa, que fue quien vendió. Dice ahora que "incumplen" el acuerdo de julio. ¿Eso qué significa? ¿Van a litigar para que lo cumplan? ¿Qué ha sido lo que han incumplido?

- ¿Cuándo se enteraron de la operación?

-Tenía que conectarme para asistir a una reunión de planta ordinaria a propósito del COVID-19. Al otro lado de la pantalla no estaban los de Parter.

- ¿Quién estaba?

-Unos que se presentaron como representantes del Grupo Riesgo.

- ¿Y qué hizo?

-Pedir explicaciones.

- ¿Se las dieron?

-Básicas. Me contaron quiénes eran, me dijeron que habían comprado a Parter el 75 por ciento de la empresa. Pidieron perdón por no haberlo comunicado antes, pero que había cláusulas de confidencialidad que lo impedían antes. Se presentaron. Poco más.

- ¿Les pilló de sorpresa?

-A todos. Un día antes escuché que se estaba cocinando una operación, pero nadie sabía bien de qué tipo: que si ampliación de capital, que si compra... No había nada claro, todo eran rumores.

- ¿Cómo salió de la videoconferencia?

-Pues atónito, lógicamente. Te convocan para una reunión de carácter ordinario y te saltan con esto.

- ¿Qué les parece la operación?

-No tenemos opinión porque todo esto nos ha pillado fuera de lugar. No hemos participado en nada.

- Alcoa sí.

-Claro. Son ellos los que tienen que hablar. Si Parter incumplió el acuerdo de julio, qué quiere decir: ¿Vamos a tener problemas en el futuro?

- ¿Qué le parece el papel representado por el Gobierno de España y el Principado?

-¿Qué papel? La Consejería de Industria dijo durante la negociación del convenio de julio que había opciones mejores, pero que por "lealtad institucional" -recuérdelo- tenían que apoyar la opción de Parter. ¿Esto cómo lo interpretamos? ¿Dejaron pasar una oportunidad para Asturias por "lealtad institucional"? Las explicaciones las tiene que dar quien se encargó del tránsito de todo esto.

- ¿Alcoa?

-Claro. Y también el Gobierno de España, que avaló la operación. Antes de discutir si la operación de Riesgo es la buena hay que aclarar todo lo anterior. Alcoa nos vendió a unos trileros que estafaron a los trabajadores. Lo hizo, insisto, con la inestimable ayuda del Gobierno de España, que se dedicó a avalar la operación.

- La ministra de Industria dijo que ellos no se habían enterado tampoco.

-Si no se enteraron de la operación, es que tenemos un Gobierno de ineptos; si, en cambio, lo supieron, es que son unos sinvergüenzas.

- Estos meses con Parter, ¿cómo han sido?

-Parter había dicho que su negocio lo planteaba con el aluminio verde como principal objetivo. Y ya está. No hubo un plan de futuro ni cosa que se le pareciera. Tampoco hubo un equipo suyo en la fábrica. De vez en cuando venían dos o tres socios, pero no se metían en nada. Lo que hicieron fue descabezar las fábricas: nos dejaron desde el principio sin jefe de planta. Ellos habían creado un departamento de ventas y de marketing que está formado por trabajadores de la planta. El resto del organigrama quedó igual. Le añadieron una asesoría externa que servía para coordinar las dos plantas: la de Avilés y la de La Coruña.

- ¿Fueron creíbles sus movimientos?

-Ellos hablaban solo del aluminio verde y repetían siempre que arrancarían las cubas en cuanto tuvieran el precio adecuado para la energía eléctrica. Allá por otoño mandaron una nota muy enfadados con el Gobierno por ese precio. En la última mesa técnica de Alcoa parecían muy enfadados. Con perspectiva sabemos que les daba igual, que ya andaban negociando la venta de la plantas.

- Ha hablado de que todas las respuestas a las preguntas que se está haciendo tienen que darse en la mesa técnica.

-Para eso está. En esa mesa es donde se fraguó la operación que nos ha traído a aquí.

- ¿Cuándo se verán las caras?

-La semana que viene está convocada. Allí es donde tienen que aclararnos nuestro futuro. Alcoa y el Gobierno allí lo montaron todo. No nos dejaron elegir.

- Ustedes conocieron las instalaciones de Quantum, el otro finalista. Viajaron por Europa.

-Lo hicimos para decir que había otro candidato posible.

- ¿Quisieron influir en la operación?

-Queríamos que tuvieran en cuenta nuestra opinión, pero no lo hicieron. Así que pedimos un organismo independiente que evaluara las ofertas y decidiera cuál era la buena y cuál la mala.

- ¿Por qué salió la de Parter?

-Nadie nos lo ha explicado. Las otras, dijeron, presentaban dudas financieras y había que rechazarlas por eso.

- Pues como ahora.

-Pero eso tampoco lo sabemos en este momento.

- Parter pidió una prórroga de un mes para conseguir 30 millones que parecía que les faltaba.

-Es cierto. Los de Alcoa querían contar con ese dinero para asegurar la venta.

- ¿Cómo se ve todo este vaivén desde la fábrica?

-Ahora mismo hay poca gente allí: estamos aplicando medidas contra el coronavirus. Esto provoca que no hayamos podido convocar asambleas, tener contacto directo con la gente. Pero, pese a todo, la preocupación es más que evidente. No sabemos si tenemos futuro inmediato.

- ¿Riesgo se ha comunicado con la plantilla?

-Hizo una videoconferencia en la que participó mucha gente. Pese a ello, le insisto, la preocupación es palpable.

- ¿Qué le parecen los movimientos del consejero de Industria a este respecto?

-¿Qué movimientos? No lo conozco. Nos cruzamos una vez en una reunión en Madrid, pero no le conozco. No nos ha visto.

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