Rüdiger Terhorst, el portavoz del fondo suizo Parter Capital Group que adquirió las fábricas alumineras de Avilés y La Coruña, protagonizó ayer, a su pesar, buena parte de la reunión de la mesa técnica de seguimiento del acuerdo de venta de las fábricas de Alcoa y que se selló el pasado julio.

El empresario suizo dijo que tanto el Principado de Asturias como la Xunta de Galicia conocían la operación, pero sus palabras chocaron con las de los dos consejeros de Industria, Enrique Fernández y Francisco Conde. Ninguno de los dos aceptó como ciertas las palabras de Parter. Ni tampoco el Secretario General de Industria, Raúl Blanco, que fue quien directamente preguntó a Terhorst si habían verificado la solvencia del Grupo Riesgo y de sus socios austríaco y holandés. Los austríacos son los que se comprometieron a meter 250 millones en Alu Ibérica y los neerlandeses, el aluminio que se procesará en las fundiciones. Terhorst aseguró haber estudiado a Riesgo y al fondo austríaco, pero no la empresa holandesa, pese a que debería ser la suministradora de aluminio.

Los planes de Parter y la solvencia de los nuevos "socios", es decir, del Grupo Industrial Riego y del lío de empresas que dicen tener a sus espaldas, fueron puestos en duda ayer tanto por políticos como representantes sindicales y es que Riesgo cuenta una de sus sociedades principales en causa de disolución y con una sociedad instrumental creada este pasado enero y que ha sido la que adquirió el 74,9 por ciento de la acciones de Alu Ibérica. Ante esto, Blanco concluyó que ellos -el Gobierno- vigilarán el cumplimiento de la legalidad del convenio y los compromisos adquiridos en julio.

Terhorst se defendió del rechazo general desdiciéndose de la primera afirmación, es decir, que tampoco hacía falta que nadie estuviera al cabo de la calle sobre lo que estaban haciendo con las fábricas que habían adquirido a la multinacional Alcoa. Esto ratificó la sensación de incredulidad de todos los que participaron en la reunión telemática que se desarrolló ayer por la tarde. Y fueron muchos: Ministerio de Industria, los gobiernos autonómicos de Galicia y el Principado, las federaciones de industria de UGT, CC OO y USO, cuatro miembros por cada uno de los dos comités de empresa y Parter.

Los que no estuvieron fueron los representantes del Grupo Industrial Riesgo, ni tampoco los de la multinacional Alcoa. Y los representantes sindicales les echaron en falta: a la película les faltaron dos protagonistas. La multinacional aluminera no explicó si no había sido convocada o había decidido no acudir a la cita en la que se iba a analizar el acuerdo de julio a la luz de la nueva venta: de Parter al Grupo Industrial Riesgo. El Ministerio de Industria no la invitó porque considera que el protagonismo de Alcoa se disipó después de que procediera a vender sus plantas a Parter, es decir, que la mesa técnica de ayer era más de Parter Capital que de Alcoa.

La semana pasada, sin embargo, Alcoa aseguró que la venta incumplía el acuerdo de julio y en esa posición se mantuvo ayer (no aclaró si este incumplimiento está judicializado o lo va a estar próximamente). Los norteamericanos tienen alrededor de 80 millones reservados para deshacerse de las fábricas de Avilés y La Coruña.

Lo que no explicó Parter fue por qué había negocio en julio y no en septiembre, que es cuando comenzó a buscar socio. El Gobierno, por su parte, manifestó que "sobre el papel" el mejor acuerdo de venta en julio era el de Parter. Después, la confianza se rompió. El suizo recalcó, en todo caso, que la venta es legal. Alcoa no cree lo mismo.

Los sindicatos salieron de la reunión sin tres respuestas fundamentales: ¿Qué seguridad tiene el empleo? ¿Cuál es el plan de producción? ¿Y cuánto le queda de vida a las fábricas? Rüdiger Terhorst, a falta de un representante del Grupo Industrial Riesgo, dio la cara por sus socios y por la operación llevada a cabo desvelada el pasado 15 de abril.

Otro de los asuntos que sobrevoló el multiencuentro fue la legalidad de la operación. No se decidió nada ayer a este respecto (no era el campo de juego). El encuentro fue por vía telemática y se alargó durante buena parte de la tarde, sobremanera, por la dificultad de tomar la palabra dado el alto número de personas participantes . Riesgo dice que presentará cuentas solventes el día 11.