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Los vecinos celebran la reapertura del parque Ferrera: "Volvemos a respirar"

"Es un paso más hacia la normalidad", destacan los usuarios del antiguo jardín palaciego, abierto desde ayer para niños y perros

En el círculo, una mujer habla con un bebé en el parque. R. S.

"Es como volver a respirar". Avilés vuelve a disfrutar de su pulmón verde. La reapertura del parque Ferrera fue aplaudida ayer por los usuarios que pudieron disfrutaron del vergel avilesino. "Es un paso más hacia la normalidad", destacaron los vecinos de unas instalaciones municipales que, tal y como ya ha advertido el Ayuntamiento, están abiertas para desplazamientos a realizar actividades esenciales, pasear con niños y sacar al perro siempre y cuando se cumplan los supuestos legales exigidos por el Gobierno.

En su primera jornada de reapertura, el Ferrera estuvo menos animado de lo que cabría esperar. A primera hora de la tarde apenas se contaban diez personas por sus senderos y zonas verdes. Eso sí, los que disfrutaron del antiguo jardín palaciego lo hicieron por todo lo alto.

"Es una maravilla", coincidían desbordantes de ilusión María Domínguez y el pequeño Aitor Calvo, de 12 años, en su reencuentro con el parque. "He venido a jugar aquí desde niño. Es muy emocionante volver", afirmó el chiquillo en pleno paseo. "Parece que lleva un año sin venir. No para de mirarlo todo", agregó la madre, también feliz con el paseo, que mañana repetirán. "Mañana volveré con el monopatín. Esto es como respirar aire", remató el niño.

También tuvieron su tiempo de esparcimiento por el parque los perros y sus dueños. "Se echaba de menos y se agradece la reapertura del parque", afirmó Eduardo Pérez, habitual del Ferrera para sacar a su can antes de que se decretase el Estado de Alarma. "También los animales agradecen pasear por un entorno más verde y amplio como éste y no por las calles, que es lo que pudimos hacer en estas semanas", abundó.

También estaba encantada Eugenia Álvarez durante el paseo con su yorkshire. "Es una gozada volver", afirmó sobre una nueva medida que, aseguró, se ve también como un poco de luz al final del túnel. "Ir sintiendo esa sensación de normalidad que todos esperamos es también muy importante", expresó.

Por ahora, el Ferrera podrá ser transitado para realizar desplazamientos esenciales (a realizar compras, ir al trabajo...); pasear con niños, siempre y cuando el parque se encuentre a menos de un kilómetro del domicilio; y sacar al perro si el domicilio se encuentra a menos de 200 metros. En este caso es obligatorio que los canes vayan atados con correa y que sus propietarios lleven agua con detergente para los orines y recojan los excrementos del animal.

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