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La "soberbia" de Saint-Gobain enturbia la relación con los sindicatos

Los comités anticipan un ambiente crispado en la pretendida vuelta a la normalidad productiva

El desacuerdo en las negociaciones del Expediente de Regulación Temporal de Empleo por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción (ERTE ETOP) ha enquistado más de lo que ya estaban las relaciones laborales en Saint-Gobain, con fábrica en La Maruca (Avilés). "El trato de soberbia recibido (por la parte social) en todo el proceso de negociación y la falta de verdadera intención de negociar deja un escenario distante para los próximos ERTE que presumiblemente se van a suceder después del 30 de mayo", advierten los sindicatos mayoritarios en un comunicado el comité intercentros hecho público la noche del viernes.

A día de hoy, asegura la representación de los trabajadores, "Saint-Gobain sigue aplicando el ERTE de fuerza mayor firmado el día 19 de marzo, lo que denota que ha utilizado con mala fe la posición que le da el efecto de la pandemia para someternos a unas negociaciones de un nuevo ERTE con el único objetivo de imponer condiciones por debajo de lo acordado, o, más bien, dicho simplemente, no negociar y limitarse a doblegar y humillar a los trabajadores para a la postre aplicar su decretazo".

Desde el comité intercentros se manifiesta "el más absoluto rechazo a la actitud vergonzosa de la empresa, que conocedora de que la legislación le sitúa en una posición ventajosa no ha hecho nada más que pensar en el objetivo económico de amortizar costes, atacando lesivamente las condiciones laborales y el poder adquisitivo de los trabajadores".

Para mayor indignación, los sindicatos de la cristalera recuerdan que "el pasado enero, la dirección expuso los suculentos beneficios de la compañía, por lo que en esta coyuntura la empresa tendría que estar a la altura y dar la cara por su capital humano, ese recurso tan importante y básico del que se alardea en tantas ocasiones y ahora pisotea sin miramientos". En resumen, "Saint-Gobain ha utilizado las reuniones del ERTE para dejar constancia de quién manda, pasando el 'rodillo' con el único fin de echar un pulso a los trabajadores y mostrando una soberbia que no hace bien a las relaciones laborales".

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