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Los templos abren desde el lunes sus puertas de par en par para no tocar manillas

El Arzobispado recomienda sustituir la música coral por un cantor y no distribuir letras de canciones

En primer término, un móvil para grabar una misa; detrás, el cura de San Nicolás, Alfonso López. MARA VILLAMUZA

La vuelta a la normalidad de cultos religiosos, como el comercio y la hostelería, se hará en cuatro fases. Este modo de operar lo ha desarrollado la Conferencia Episcopal y lo llevará a cabo el Arzobispado de Oviedo.

Hasta el próximo lunes, la fase que impera es la 0, aquella en la que "los cultos se hacen sin pueblo", es decir, el sacerdote mantiene su actividad, pero con los templos vacíos (ha habido curas que han aprovechado las nuevas tecnologías para llegar a todas las esquinas del mundo). Esto se acaba el lunes. Para entonces está prevista la fase 1, que mantendrá las pilas bautismales vacías y la dispensa a los enfermos a participar de los oficios. Además, abrirán las puertas de par en par para evitar tocar las manillas.

Todas las iglesias de Asturias se están adoptando a la nueva normalidad. Esto se hace siguiendo el criterio pautado por el Arzobispado, es decir, la alta jerarquía ordena "organizar la entrada al templo, donde sea posible con personas responsables, atendiendo a la distribución de los fieles en los bancos, al acceso a la hora de comulgar y la salida de la iglesia al finalizar, procurando respetar siempre la distancia de seguridad". Esto, además, haciendo uso "del gel hidroalcohólico u otro desinfectante similar, a la entrada y salida de la iglesia".

Los cambios más radicales son los que se llevarán a cabo durante los oficios litúrgicos. El Arzobispado dice que es prudente "evitar los coros en la parroquia". Para salvar esta situación "se recomienda tener un solo cantor y algún instrumento". Los fieles no tendrán "hojas de cantos". La colecta se desarrollará a la salida de la eucaristía y no durante el ofertorio.

Respecto de los cálices, patenas y copones, el Arzobispado ordena que se cubran con la palia durante la palia. La patena sólo se usará para la forma grande. Los cambios también llegarán a la consagración de las formas: "sólo las necesarias" para evitare un estocaje grande en el sagrario. El saludo de la paz, como había pasado en los días previos a la declaración del Estado de alarma "se sustituye por otro gesto sin contacto directo". La desinfección de las manos de los curas será constante, sobremanera, al inicio del canon. Se trata de que la comunión sea segura. Para conseguir esto los fieles "guardarán una distancia de, al menos, metro y medio y comulgarán en la mano habiéndose quitado los guantes si los llevase".

La iglesia reclama que los fieles, a la salida de misa, eviten formar grupos.

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