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Los bares ganan al coche en Versalles

Los clientes del barrio minimizan la pérdida de aparcamientos por las terrazas hosteleras: "Ahora hay que arrimar todos el hombro"

Ricardo Rodil, en primer término, con Luis Velasco y Bruna Rodrigues en la terraza de su local. RICARDO SOLÍS

La llamada 'nueva normalidad' ha llevado a que para facilitar la reapertura de los negocios de restauración, cuyas terrazas podrán funcionar al 50% desde este lunes, se hayan ampliado los veladores a la calzada a costa de reducir espacios de aparcamiento. Ejemplo de ello es el avilesino barrio de Versalles, una de las áreas de la ciudad con más negocios hosteleros y con una intensa actividad. Algunos de esos locales han tenido que realizar una serie de cambios para poder abrir en esta fase de la desescalada. Ocupan plazas de estacionamiento frente a la puerta de sus locales en una zona que, ya de por sí, cuenta con el parking justo.

Lo explica Abelardo González desde una de las terrazas de un bar de la calle Reconquista: "En este barrio hay mucho bar y poco aparcamiento, de momento todo va bien". "Los bares tienen que empezar a recuperar ahora lo perdido en estos meses, eso sí, que acompañe el tiempo. Si hay pocos aparcamientos, hay que arreglarse", añadió José Ramón Fernández, otro de los clientes en el mismo local de la calle Reconquista, regentado por José Antonio Rodríguez.

Clientes y hosteleros han tenido que adaptarse a las circunstancias sanitarias y mantener la distancia de seguridad. El hostelero Ricardo Rodil lo tiene claro. Mientras dure la desescalada habrá tres mesas frente a su negocio, a dos metros de distancia entre ellas. Rodil es, además, enfermero y lleva a rajatabla las normas de seguridad tanto en la limpieza de las mesas y sillas como de distanciamiento social. "La Policía Local vino primero a colocar unas señales para delimitar el espacio y también a título informativo", señaló el hostelero, que carece de esas señales verticales pero sí tiene marcas de color rojo, para balizar el espacio reservado para la terraza.

"Mientras dure esta situación, no habrá aparcamiento; cuando todo vuelva a la normalidad, volverá a ser aparcamiento", detalló Rodil, momentos antes de servir dos consumiciones a Luis Velasco y Bruna Rodrigues. "Estábamos locos por salir de casa y nos adaptamos a lo que sea, la verdad es que muy raro todo", apuntó Velasco, sentado en una silla y al tiempo, un coche circula a poco más de un metro de él. Ambos estaban sentados en la terraza temporal de un local de la calle Pelayo, a pocos metros de la calle Covadonga.

En la calle Reconquista, el hostelero José Antonio Rodríguez recalca en que la situación que atraviesa su sector "es complicada". "Insisto mucho en que se respete la distancia de seguridad; sobre la terraza en las plazas de aparcamiento nadie se queja. Yo la tengo ahí, pero considero que con la acera que tenemos que es ancha se podría poner, pero entendieron que era mejor en la carretera", explica Rodríguez, quien aclara que los clientes pueden hacer uso de los aseos del local. Eso sí, añade, "es necesario desinfectar el servicio seis veces al día". "Yo por eso no tengo problema, en condiciones normales siempre estoy pendiente de los baños, que siempre están impecables", destacó el hostelero.

En otros establecimientos de Versalles, los hosteleros que cuentan con una pequeña plaza anexa no han tenido la necesidad de colocar sus mesas y sillas de la terraza ocupando plazas de aparcamiento. "Hay que arrimar el hombro todos, si no hay aparcamientos pues habrá que dar otra vuelta con el coche para encontrarlo. Hay que tener en cuenta que los bares llevan cerrados dos meses y en este tiempo no ganaron ni un euro", remató Marcos Suárez, mientras apuraba una cerveza sentado en una terraza antes de ir a comprar el pan. "Hay locales que todavía no abrieron, espero que lo hagan pronto", concluyó.

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