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Fernández deja Vox con duras críticas a su presidente regional: "Un tipo infame"

La edil carga contra Espina por "desprestigios y ninguneos en un partido populista totalitario" l La agrupación de Gozón desaparece

Tamara Fernández. MARA VILLAMUZA

La concejala gozoniega de Vox, Tamara Fernández Inclán, ha decidido abandonar su partido. Pasará a ser edil no adscrita. Su decisión está meditada y tiene que ver con una serie de desacuerdos con el presidente regional de Vox, Rodolfo Espina. El abandono de Fernández no será único en la agrupación local, con ella se irá todo el equipo que en las pasadas elecciones municipales consiguió entrar en el Ayuntamiento con una representante. "Vox desaparece en Gozón, si quiere alguien montarlo, que lo haga, pero nosotros nos vamos", remarcó Fernández Inclán. Tras esta decisión, el Pleno de Gozón pasará a contar con dos concejalas no adscritas después de que María José Romero abandonara la agrupación del PP hace meses.

"Una decisión así no se toma en dos días, acumulo muchos meses de penosas reflexiones desde nuestro primer éxito en las elecciones y ha llegado un momento, en que ya no me reconozco en la estructura de Vox porque no me gusta el ninguneo a personas que no se lo merecen, porque no me gusta la promoción interna a personas mediocres, simplemente por amiguismo", afirma Fernández, que ejemplifica ese "ninguneo" en la expulsión del partido de César Orellana, asesor municipal del grupo y "una persona con una capacidad de trabajo impresionante".

Las balas de la edil gozoniega van dirigidas al presidente de Vox Asturias. A su juicio, Espina "se presenta en las asambleas y solo sabe decirte: 'Yo soy el presidente, y si no estas agusto con lo que hago, márchate del partido'". También le reprocha al máximo dirigente de Vox Asturias que no haya visitado ni ayudado a la agrupación Gozón. De él, dice, "se ha dedicado además a llamar a varios vecinos del municipio para trasladarme que me haría la vida imposible, y desprestigiarme con los más bajos argumentos de un tipo infame y machista", continuó Fernández, que percibió cómo la ilusión inicial de la consecución de un acta de concejal se tornó poco a poco "en desilusión y decepción".

"Nuestro partido se define como liberal conservador pero, sin embargo, la falta de democracia interna ha convertido a Vox en un partido nacional populista totalitario, donde si no empleas el 'si bwana' automáticamente te sientes señalado, y pasas a ser un apestado, y empieza tu demolición como persona y como política", enfatizó Fernández Inclán, que recalcó además que en este proceso "Madrid mira para otro lado". "Como me dijo Espina: 'no me preocupa que os quejéis de mí, porque yo soy muy amigo de Ortega Smith'", concluyó.

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