Los vecinos de San Juan de Nieva están hartos de que la carretera que une Avilés con el faro se convierta durante las noches en un "rally". Durante los casi dos meses de confinamiento, los residentes en esta localidad compartida por Gozón y Avilés respiraron. No sentían ruidos de coches ni acelerones sobre todo a altas horas de la madrugada; eso sí, esa apacible vida y tranquilidad cambió el pasado lunes coincidiendo con el primer día de la fase 1 de la desescalada, que permitió la apertura de las terrazas de los bares y, a su vez, comenzó a trastocar la tranquila vida de esta localidad próxima a la ría avilesina.
El presidente de la entidad vecinal "La Atalaya", Luis Antonio Sousa, alzó ayer la voz. "Cualquier día va a haber una desgracia, las señales marcan una velocidad de 50 kilómetros por hora y no se respetan", señaló el dirigente vecinal, que ha alertado del problema a la Policía Local de Avilés y a las patrullas de la Guardia Civil de Gozón, que operan en la margen derecha de la ría.
Los vecinos han solicitado asimismo la colocación de bandas reductoras de la velocidad desde el cruce a la playa de Xagó hasta el faro de San Juan y, por el momento, esa petición ha quedado sin respuesta. El Principado es el titular de esa carretera que es utilizada por caminantes, principalmente, de los concejos de Avilés y Gozón. "Es muy sencillo, pedimos que tomen medidas contra estas carreras de coches deportivos por una cuestión de seguridad tanto mía como del resto de vecinos", apuntó el presidente de "La Atalaya".
A la inseguridad que supone para los peatones la alta velocidad que alcanzan algunos vehículos, los vecinos suman los ruidos que generan. "Hay veces que los coches petardean muchísimo y a esas velocidades a las que van no me extrañaría que patinaran con un poco de agua y cayeran a la ría", destacó el dirigente vecinal, que confía en una pronta solución para "un problema que no es nuevo" y que volvió a resucitar tras la aplicación de la fase 1 de la desescalada. "Fue llegar el primer día y comenzó el jaleó. Anoche -por la madrugada del martes al miércoles- hubo carreras a la una de la mañana", critica el portavoz vecinal de "La Atalaya", que observa cómo, poco a poco, la zona "mejora" con la renovación de farolas "y en la que siguen haciendo falta más bancos y papeleras" para los viandantes.
