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La escasez de servicios del bus público genera quejas por los viajeros que se quedan en tierra

El Consorcio de Transportes mantiene limitadas las frecuencias en la comarca a diferencia del aumento de las mismas que ha permitido en otras ciudades

Viajeros subiendo ayer a un autobús en la parada de la calle Jardines. RICARDO SOLÍS

La creciente ocupación de los autobuses del transporte público por carretera en la comarca de Avilés, en concreto los de la Compañía del Tranvía Eléctrico de Avilés (CTEA), concesionaria del servicio, está generando situaciones indeseadas de viajeros que se quedan en tierra porque los vehículos circulan con el máximo de pasajeros permitido en horas punta y no pueden cargar a más. Los usuarios a los que se impide subir a los buses expresan su indignación, porque dadas las vigentes restricciones de que ha sido objeto el transporte público en el mejor de los casos deben esperar una hora al paso del siguiente servicio.

En el caso de los vehículos articulados, el máximo de viajeros permitidos para hacer posible el distanciamiento físico entre personas es de 48; en los autobuses compactos, esa cifra baja a 30. La petición de los usuarios es clara: que circulen más autobuses, así sea en los horarios de más demanda, para absorber al pasaje y evitar que los viajeros queden "tirados" en las marquesinas.

Para contribuir aún más al malestar de los usuarios, la comparativa con el funcionamiento del transporte público en Oviedo y Gijón deja malparada la realidad avilesina. En Oviedo, la empresa concesionaria (TUA) ha vuelto a recuperar la práctica totalidad de las frecuencias tras la obligada reducción de las mismas realizada a partir del 14 de marzo y hasta la entrada de Asturias en la fase 1 de la desescalada. Y en Gijón, la empresa Emtusa también trabaja ya con un porcentaje de frecuencias recuperada superior al 50 por ciento. Avilés y su comarca, mientras, tienen operativos el 33 por ciento de los servicios de bus público.

En medios laborales consultados por este diario se suscriben las quejas de los viajeros: "Hay horarios en los que el número de autobuses autorizados a circular son insuficientes para transporta a toda la gente que espera en las marquesinas". Esto, con el añadido de que los conductores son los que soportan las iras de los pasajeros a los que no dejan subir a los vehículos. "La gente debiera darse cuenta de que nosotros no decidimos las frecuencias y estamos obligados a velar por el cumplimiento de los aforos", explica uno de los profesionales.

La competencia de decidir el número de autobuses en circulación por la comarca de Avilés es del Consorcio de Transportes de Asturias, órgano que ha previsto un ligero aumento del número de servicios a partir del lunes, pero aún lejos de niveles como los de Oviedo o Gijón.

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