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La Merced vuelve a Santo Tomás

Un escudo del antiguo convento desaparecido hace más de un siglo luce ahora en la iglesia nueva de Sabugo: "Es historia de Avilés"

El escudo del antiguo convento de La Merced, a la entrada de la iglesia de Santo Tomás. RICARDO SOLÍS

Uno de los escudos del desaparecido convento de La Merced, derribado hace más de un siglo, ya luce en los muros de la iglesia de Santo Tomás de Cantorbery. El párroco de Sabugo, Neyo Rodríguez, celebra la restauración de la pieza, tallada sobre piedra caliza: "En cierto modo, devolvemos el escudo a su emplazamiento original".

El sacerdote destacó que la recuperación de la pieza, hallada en la antigua carbonera del templo bajo unas cajas, "supone la recuperación no solo de la historia de la parroquia, sino también de Avilés". El escudo fue localizado en un antiguo almacén cuando comenzó la campaña contra la eliminación de las termitas.

"Sabíamos que el escudo del convento de La Merced estaba en el lugar en el que lo encontramos y aprovechando la restauración de la fachada, consideramos que era un buen momento para colocarlo de nuevo y recuperarlo", explicó el párroco de Sabugo.

Se da la circunstancia, además, de que las piedras del antiguo convento fueron empleadas para la construcción de la iglesia nueva de Sabugo y también para la de Miranda. De ahí que el párroco de Santo Tomás recalque que el escudo "vuelve" casi literalmente a las paredes de aquel caserón.

El escudo en cuestión lucía en el desaparecido convento de La Merced, un edificio gestionado por una congregación de frailes mercedarios durante algo más de dos siglos, desde 1668 y 1876. Los frailes procedían de Raíces. La pieza que ahora restaurada se puede admirar en el pórtico del templo permaneció en el citado edificio hasta 1895, cuando comenzó a construirse la iglesia nueva de Sabugo, la de Santo Tomás de Cantorbery.

El arquitecto que dirigió la obra de la "catedralina" avilesina, Javier Felgueroso, fue el encargado también de supervisar la restauración del escudo que evoca el desaparecido convento de La Merced,

La colocación del escudo está íntimamente relacionada con la restauración de la iglesia. La mejora de la estructura del edificio religioso que preside la calle La Cámara surgió tras una caída de cascotes de su parte superior en 2018. Los cascotes no supusieron apenas daños de consideración, pero sí sirvieron para remozar el templo. El párroco inició entonces una campaña para captar fondos y sufragar las obras. Contó con la estrecha colaboración de los feligreses para comenzar las obras el pasado mes de octubre.

La crisis sanitaria también pasó factura a estos trabajos de recuperación, que se quedaron paralizados durante varias semanas. Una vez retomada la actividad, la obra pudo continuar y así poder sanear las piedras del templo. Para ello, cada una de las piezas cuentan ahora con una varilla de acero inoxidable en su interior que se suma al refuerzo de las juntas con hormigón y la limpieza general de la fachada insuflando áridos a presión.

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