Enzo Martínez tiene siete años y disfruta, como niño que es, subido a su bicicleta. Lleva un casco de moto porque, de mayor, le encantaría competir en motocross. Va acompañado de su madre. Angélica García, por la calle Emile Robin, que desde ayer a las 14.00 horas y hasta hoy a medianoche es peatonal y con permiso para circular bicicletas y patinetes. El pequeño Enzo está feliz de rodar con su bici por la calzada porque ya está, dice, "cansado" de ir por la acera y tener que sortear personas cada pocos metros. Es más, en ocasiones, sus padres le llevan a Gijón para que circule a sus anchas por su alguno de sus carriles bici. Como en Emile Robin, otras calles del centro de Avilés fueron habilitadas ayer de manera temporal como peatonales, en principio para evitar la aglomeración de personas y favorecer el distanciamiento físico que evita contagios por covid-19. "Me parece bien que hagan un ensayo a cuenta del coronavirus, pero estas calles deberían ser peatonales para siempre", remarca Pablo Coto. Y como él opinaron más avilesinos en una jornada en la que, sin embargo, no hubo multitudes en esas "nuevas" calles peatonales.

"Me parece estupendo que habiliten un espacio para los peatones y evitar aglomeraciones porque la ciudad no es para los coches, sino para las personas", señaló Jesús José Ibáñez, que caminó junto a Bienvenida Álvarez por la calle de La Merced, también temporalmente peatonal. "Sería muy buena noticia que esta calle fuera siempre así, como hoy", añadió Álvarez. Para Andrés Carpintero y Raquel López, "sería fenomenal que fuera peatonal". "En todas estas calles tenían que hacer como en Sabugo, que entraran solo los vehículos de reparto", remarcó Carpintero.

Mientras tanto, los autobuses seguían circulando por Emile Robin; también los residentes que tienen plaza de garaje, los taxis, los vehículos policiales y también algún que otro despistado, que llegó incluso a aparcar. En esos casos, los vehículos han de circular a 10 kilómetros por hora. En líneas generales, todo el mundo ve positivo peatonalizar. Eso sí, hubo quien reclamó una mejor señalización de las calles afectadas por estos cortes temporales. "Mejor que probar un fin de semana, tenían que hacerlo entre semana, que es cuando hay coches de verdad", se oía comentar en un corrillo improvisado de la calle González Abarca.

Los avilesinos son conscientes de que lo de este fin de semana es un ensayo y que se mantendrá durante los próximos fines de semana. "Todo está muy bien, pero tienen que limitar la velocidad de la calle La Muralla a 30 kilómetros por hora, porque como venga un crío con una bicicleta o un patinete por otra calle, va a haber una desgracia", remarcó María Sánchez, de paseo por la calle Pedro Menéndez.

En El Carbayedo, con zona habilitada par caminar entre Jiménez Díaz y la avenida de Portugal, la peatonalización provisional también fue bien recibida. "Así da gusto", comentaron varios vecino, que aún con todo, desconfiados, seguían mirando a su izquierda mientras cruzaban el paso de peatones. Los coches aparcados en las calles afectadas y con zona azul no tuvieron problema alguno para salir.

"Cuantas más calles peatonales haya, mejor para todos. Mejor vamos a respirar sin el humo de los coches y tendremos más espacios para caminar y disfrutar", añadió Alicia Fernández, que recordó además que las calles próximas al parque del Muelle que ayer fueron peatonales "forman parte ya de un proyecto de mejora" de ese entorno. Además de las zonas peatonales provisionales, la medida impulsada por el Ayuntamiento incluye nuevos carriles que verán limitada su velocidad a 30 kilómetros por hora. "En muchas ciudades existe la zona 30 y en Avilés debería de aplicarse en todo el entorno urbano, en lo que llamamos el centro, desde El Carbayedo hasta Llano Ponte", propuso Marcos Cimadevilla.