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Sentido adiós a Mayte Sánchez, "una profesional excelente" de la Guardia Civil

La agente pasó de servir en el puesto de Langreo a la plana mayor de Gijón y Avilés l Estuvo dos meses luchando por su vida contra el virus

Sentido adiós a Mayte Sánchez, "una profesional excelente" de la Guardia Civil

Todos conocían a la guardia María Teresa Sánchez García como Mayte. Así, a secas. Últimamente servía en la plana mayor del cuartel de la Guardia Civil de Avilés, un puesto al que había llegado tras años en la Comandancia de Gijón. Murió este miércoles como consecuencia del coronavirus. Había resultado infectada al poco de decretarse el Estado de alarma. No pudo recuperarse. Su familia la despide hoy a las 13.30 horas en la capilla del tanatorio de Avilés. Advierten a quienes quieran mostrar las condolencias que "teniendo en cuenta la actual situación, sean prudentes".

La agente Sánchez terminó la academia a finales de los años noventa. De Baeza pasó directamente al puesto de la Guardia Civil en Sama. La labor que desempeñó a orillas de Nalón estuvo enmarcada dentro del departamento de seguridad ciudadana. Mayte Sánchez se había licenciado en Historia.

Al morir deja marido y una hija de 17 años que hace un tiempo recibió la beca al mejor expediente que concede todos los años la Hermandad de Amigos del Benemérito Cuerpo de la Guardia Civil. Sánchez García había nacido hace 53 años.

La mayor parte de la carrera de la guardia Sánchez la desarrolló en la Comandancia de Gijón. "Era una profesional excelente, una gran guardia", señalaron quienes la tuvieron a sus órdenes en las oficinas centrales de la demarcación asturiana, junto al principal mando.

Su último destino fue en el cuartel de Bustiello, bajo las órdenes del capitán Mariano Revuelta, en la reserva. Desempeñó su trabajo en las oficinas hasta poco después de que se decretase el Estado de alarma. Sánchez ha pasado más de dos meses luchando por su vida y contra las consecuencias del covid-19.

El benemérito cuerpo ha sufrido durante estas semanas al pie del cañón varias pérdidas cercanas en todo el país. La más sonada fue, a finales de marzo, del teniente coronel jefe del Grupo de Acción Rápida (GAR), Jesús Gayoso Rey, que se fue empujado por coronavirus cuando sólo había cumplido 48 años de edad.

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