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Biombos para la atención al público y señales de distancia en el Consistorio

El área de Prevención ultima las medidas en el Ayuntamiento para la vuelta al trabajo presencial

Biombos para la atención al público y señales de distancia en el Consistorio

A las puertas del Ayuntamiento de Avilés se hace cola como para hacer la compra. A una distancia de dos metros aguardan quienes acuden estos días al Servicio de Atención Ciudadana (SAC), ahora con acceso por la entrada principal del Ayuntamiento de Avilés. Nada más cruzar la puerta, asoman más señales negras y amarillas en el suelo y el agente de la Policía Local que hace guardia está protegido tras una pantalla y cubierto con una mascarilla.

La Casa Consistorial se está adaptando desde hace días para la vuelta gradual de la plantilla al trabajo presencial. El operativo corre a cargo del Servicio de Prevención de Riesgos Municipales, que apuraba ayer las obras que se están acometiendo para garantizar la protección de trabajadores y visitantes, entre ellas la instalación de pantallas en los despachos de los grupos municipales, y el cumplimiento de las distancias de seguridad.

Tras una mampara atiende también el público el auxiliar de Alcaldía Ángel Morán. Antes de acceder a los despachos de los concejales, avisa: hay que limpiar las manos con gel hidroalcohólico y también a la vuelta. Toda precaución es poca y los protocolos están claros. Se están instalando mamparas en las mesas de trabajo y en todos los puestos de atención al público y se ha presupuestado en unos 113.000 euros la inversión del próximo trimestre para garantizar los materiales de protección necesarios para la plantilla municipal.

Se acabó dar abrazos o estrechar la mano en los saludos. Los reencuentros son a distancia también en el Ayuntamiento y sus trabajadores tienen que acostumbrarse a las nuevas rutinas que ha marcado la pandemia.

Por ejemplo, no pueden utilizar equipos o dispositivos de otros compañeros y, si resulta indispensable su uso, tienen que desinfectarlos previamente. El estornudo a lo Batman es ya como una regla de oro y se pone coto a aquellos más desordenados. Las zonas de trabajo tienen que quedar despejadas para facilitar las tareas del servicio de limpieza. Y hay que ventilar día y noche. Así, se recomienda que la primera persona que llegue a la oficina abra las ventanas y ventile la estancia durante al menos cinco minutos. El último en salir, tiene que dejarla abierta. Es el camino a la "nueva normalidad" municipal.

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