El exalcalde de Avilés Santiago Rodríguez Vega cumple en junio ocho años al frente de la Autoridad Portuaria. En esta entrevista desvela los planes de la entidad, entre ellos, la elaboración de un nuevo plan estratégico y las conversaciones en marcha para una gestión conjunta de la comercialización pesquera de las lonjas de Avilés y Gijón.
- Cifra en un 10% la caída de tráficos este año por la crisis del covid-19. ¿La situación es alarmante o entra dentro de lo previsible por las consecuencias económicas de la pandemia?
-Alarmante no es. El Puerto puede resistir perfectamente la situación en el escenario en que nos vamos a mover en 2020. Sería alarmante si la crisis fuese continuada en el tiempo. Esperamos que sea coyuntural.
- Han reformulado el plan de inversiones. ¿Este año poco se puede avanzar con cinco millones?
-Hemos tratado de ajustar el plan de inversiones a la realidad que prevemos. Estimamos que esa es la cantidad que podremos generar en inversiones este año porque no da tiempo a hacer las demás. Lo que hacemos es reprogramarlas. Si somos diligentes, la inversión de 2021 será mayor porque se incorporarán los aplazamientos de 2020. En el bienio, el objetivo de inversión es de 20 millones.
- La compra de terrenos para ganar zona de servicio en la margen derecha tendrá que esperar. ¿La pandemia puede bloquear la expansión física del puerto?
-No se trata de comprar un terreno más o un terreno menos. La reflexión que estamos haciendo, y que vamos a proyectar en los próximos meses, es abordar una reflexión más global sobre el puerto.
- ¿Un nuevo plan estratégico?
-Así es. El puerto que tenemos ahora es el que se configuró hace 20 años, el proyecto que se diseñó siendo presidente Manuel Ponga y director Antonio Navarro y al que se incorporaron muchos activos, como la ampliación del muelle pesquero, la nueva lonja, la ampliación del muelle de Raíces, todo el de Valliniello, el puerto deportivo, la urbanización de Conde de Guadalhorce... Fue un avance significativo desde el punto de vista físico y de cualificación del puerto. Y se hizo sobre dos patas: seguir apostando por un puerto granelero (toda la ampliación de la margen derecha se hizo con la vocación de que fuese depósito de graneles) y apoyado en fuertes financiaciones europeas. Ese modelo está maduro y tenemos que reflexionar sobre el futuro.
- ¿Y cómo ve ese futuro?
-Hay una nueva industria que está surgiendo, que tenemos que analizar. No es la misma que teníamos hace veinte años, están pasando cosas. Lo vemos todos los días. Están surgiendo nuevas actividades económicas y seguirá ocurriendo con más fuerza. Tenemos que analizar esa situación de nueva industria, incorporar la digitalización y la sostenibilidad ambiental, en lo que ya estamos dando pasos. Con todo eso tenemos que hacer una reflexión estratégica en el Puerto y se tiene que basar en tres patas: diseñar nuevo suelo logístico, detectar nuevas oportunidades e impulsar la innovación.
- Empecemos por el suelo.
-Tenemos el suelo de las canteras de El Estrellín, que es una opción, y suelos portuarios que ahora no están bien aprovechados, como de Arcelor. Está también el de Baterías, que hay que ver si interesa o no que una parte esté vinculado a usos logísticos, algo sobre lo que estamos reflexionando. Incluso hay que pensar en escenarios de futuro, viendo las crisis que tenemos ahora mismo. Alcoa está un momento de crisis en el que no voy a entrar porque es todo muy confuso, pero hay que recordar que ahí tenemos un suelo vinculado a una actividad industrial y a un puerto.
- ¿A qué suelo se refiere en el caso de Alcoa?
-La Autoridad Portuaria es propietaria no solo del muelle, sino de gran parte de la superficie que ocupa la fábrica, son 150.000 metros cuadrados los que Alcoa tiene en concesión. Son piezas que hay que hilvanar. Tenemos que detectar las nuevas necesidades que están surgiendo y pueden surgir e impulsar la innovación. En los próximos años habrá cambios y no nos pueden coger desprevenidos, tenemos que ser una palanca de actividad económica. Tenemos la ventaja de que este es un puerto industrial, pero también la desventaja de no ser nudo de rutas marítimas. Sabiendo nuestra limitación, tenemos que estar bien posicionados por lo que se pueda plantear en el futuro.
- ¿Como fusiones de puertos?
-Sí, fusiones de puertos por fachadas, por ejemplo, o dentro de la comunidad autónoma. Ya hubo el debate y puede volver a haberlo en el futuro. Una fusión puede responder a un ahorro de costes, o a la racionalización en las inversiones, o a una especialización en los tráficos. Creo que ahora mismo no se da ninguna de esas condiciones y no aportaría nada, ni para el puerto de Gijón ni para el de Avilés. El nuestro es de los más eficientes del sistema portuario y tenemos que procurar que de cara al futuro podamos defender nuestra posición por eficiencia y calidad, no por caridad. Van a pasar cosas y no nos pueden coger dormidos.
- Habla de muchos posibles cambios, ¿también en la lonja?
- -Sería interesante plantear un sistema distinto de gestión de la comercialización de la pesca. Está sobre la mesa de la Dirección General de Pesca y de la propia Consejería, y lo hemos hablado también los puertos de Gijón y Avilés.
- ¿A qué se refiere con un sistema distinto?
-Las lonjas son instalaciones portuarias, con inversiones portuarias, que se ponen en concesión para el sector comercial pesquero. Las cofradías, como instrumento de gestión típico tradicional de las lonjas, ya no tienen sentido, ni en Gijón ni en Avilés. Hay una estructura de gestión de la pesca en la que ambos puertos estamos implicados hasta el alma.
- ¿Una especie de fusión pesquera?
-Parece razonable que se aborde una gestión de la pesca de una forma más coordinada y conjunta, donde incluso no se descarte hacerlo con una sociedad única de gestión. Tenemos que reflexionar sobre esto. El sistema actual de dos lonjas no me parece bueno ni para el sector pesquero, ni para la comercialización ni para reforzar el papel que pueda tener Asturias en el sector. Ya estamos hablando de ello.
- Volviendo al suelo de Baterías, entre sus planes se encontraba la compra de la sexta parte de la superficie, unas seis hectáreas. ¿Se mantiene?
-Sí, el único cambio en ese sentido es que el interés por ese suelo lo analizaremos en un contexto más amplio, viendo todas las opciones que tenemos para que no sean decisiones improvisadas.
- Pese a los retrasos, ¿está asegurada la ampliación de Raíces?
-Está asegurada. Cuenta con fondos europeos y es una de las obras de infraestructuras más importantes que tenemos ahora en marcha para mejorar la funcionalidad de los viejos muelles de Raíces, con un aumento del calado. La declaración de impacto ambiental ha sido positiva y esperamos tener licitada y adjudicada a final de año la redacción del proyecto para empezar en 2021 la primera fase de la obra, de 200 metros y con una previsión de once millones de inversión. En total son 800 metros.
