La "nueva normalidad" ha llegado al mercado semanal de Las Vegas, que la semana pasada se estrenó con los vendedores de alimentación y productos de la huerta y ayer completó los 66 puestos, incluyendo ya a los comerciantes de ropa y complementos. Entre un puesto y otro distan varios metros y los compradores no pueden ir al tuntún de uno a otro: se debe seguir un circuito en forma de "U" con acceso por la calle Rubén Darío que guía, para evitar confusiones, personal de protección civil. Ayer la clientela se antojaba escasa, a juzgar por los vendedores: "Pasa la gente, pero ya no es como antes. Nosotros vendemos saldos, pero la gente no revuelve la mercancía y eso para nosotros no es bueno", decían Moisés Gabarres, detrás de una mesa en la que se amontonaban bolsos. Aún con las ventas a cuentagotas, Gabarres estaba agradecido: "Nosotros nos movemos por toda Asturias y el Ayuntamiento de Corvera es el primero que nos deja instalar el puesto".
Espertina Mayo, zabarcera, solo participa semanalmente en el mercado de Las Vegas. Ayer era su segundo sábado de desescalada. "Van saliendo cosas. El problema es que no estamos en nuestro sitio de siempre, y a la gente le cuesta encontrarnos". Los diez puestos dedicados a la venta de productos de la huerta están ubicados entre Rubén Darío, Fernández Corugedo y Ramón de Campoamor, mientras que el resto se distribuirán por el resto del parque.
La clientela, entre tanto, se intentaba hacer ayer al circuito bien definido por señales verticales. "Parece que no presta venir al mercado tanto como antes con tantas medidas de seguridad", confesó Ana Alonso, de Villalegre.
El mercado semanal de Las Vegas sigue, no obstante, teniendo lo mismo de siempre: puestos de ropa interior y de calle, complementos, zapatos y también varios mostradores con productos de alimentación.
