"Muy preocupados" dicen estar en Vox Avilés por el precio del suelo con el que saldrán al mercado las parcelas resultantes del desmantelamiento de las baterías de coque de la antigua Ensidesa. La formación pide al Gobierno "que no haga negocio con los terrenos". "El precio debería responder únicamente a los gastos de desmantelamiento de las edificaciones existentes y su urbanización, sin pretender lucrarse con la venta de los terrenos", advierte la portavoz del grupo municipal, Arancha Martínez Riola.

La también coordinadora de Vox Avilés considera que "si bien hay algunos elementos singulares de arquitectura industrial que merecerían ser conservados, el grueso de los terrenos y edificaciones deberían retornar a la sociedad, procediendo a su desamortización y a su incorporación nuevamente a la cadena de generación de valor".

"A pesar de que en las reuniones con Sepides (la sociedad propietaria de los terrenos) se aseguró en todo momento que el precio por metro cuadrado sería totalmente competitivo y que éste no supondría ningún impedimento para las empresas que desearan instalarse en el nuevo suelo, la verdad es que casi medio año después no hay información oficial de primera mano sobre su precio. La escasa información que hay al respecto sitúa el precio entre los más caros de Asturias, por lo que tememos que se repita lo que ocurrió con el PEPA, de los más caros de la región", planteó.

La formación conservadora pretende que los empresarios puedan adquirir lo antes posible las parcelas que se liberarán, "antes de que el Gobierno, por tratar de hacer negocio con ellas, fije unos precios elevados y las parcelas queden vacías, criando maleza y siendo una fuente de insalubridad".

"Los terrenos de las viejas baterías de coque deben ser un polo de atracción de nuevas inversiones, de forma que dichos activos retornen a la cadena de creación de valor, generando riqueza para Avilés, Asturias y el resto de España. La Administración se ha convertido en el mayor latifundista y en el gran propietario de inmuebles de España y es urgente que esa cantidad ingente de activos se pongan en circulación y contribuyan al crecimiento económico", concluyó Arancha Martínez Riola.

El Plan de Baterías arrancó a mediados del mes pasado con el desmontaje las instalaciones de la central de aguas que ArcelorMittal tenía ubicadas en cuatro parcelas externas al ámbito de actuación.