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Zafarrancho de limpieza en el Niemeyer: la plaza será protagonista del verano

El complejo cultural reabre las exposiciones de Picasso y de Nadia Lee Cohen: "Haremos lo mismo con el teatro en cuanto sepamos cómo"

Zafarrancho de limpieza en el Niemeyer: la plaza será protagonista del verano MARA VILLAMUZA

"Hasta que no haya una vacuna, el gran cambio del Centro Niemeyer va a ser en la plaza. Esa es la clave. La plaza va a ser la gran protagonista". Esto lo anunció Carlos Cuadros, el director general del complejo cultural de la ría, que ayer reabrió los espacios expositivos que habían tenido que cerrar con el estallido de la pandemia del coronavirus. Desde ayer y hasta finales del próximo mes de agosto, los grabados de Pablo Ruiz Picasso y las fotos de Nadia Lee Cohen volverán a convertirse en atractivo para un centro que, poco a poco, recupera el aliento que había perdido con el confinamiento. "Hoy [por ayer] se han incorporado ocho personas más, trabajadores de sala. Hacía más de dos meses que no sabíamos de ellos", subrayó Cuadros. "Haremos lo mismo con el teatro en cuanto sepamos cómo podemos abrir", añadió.

Para disponer de la plaza y de sus trece mil metros cuadrados, el Niemeyer acaba de abrir la licitación del contrato de limpieza. Un zafarrancho en toda regla que se aprovecha del apagado de las históricas y venerables Baterías de coque de Avilés este pasado septiembre. El Niemeyer quiere ver como los chorros del oro la cúpula de las exposiciones, el propio auditorio, los desniveles, los pretiles de delimitan el espacio del complejo y, además, "se van a pintar una quinta parte de la barandilla que rodea el Niemeyer", prometió Cuadros. Lo previsto es que todo esto se ponga en marcha "en días", señaló el director del complejo.

La apuesta del Niemeyer por la plaza "no significa que no hagamos cosas en el interior; las habrá, lo que pasa es que todavía no sabemos cómo", reconoció Cuadros. "Hemos empezado con las exposiciones porque sabemos cómo", explicó. "El Centro Niemeyer tiene un lujo incomparable que lo hace único en España: es esta plaza", apuntó Cuadros que enumeró las virtudes de la explanada "abierta a los hombres y mujeres de todo el mundo", como la definió en su momento el arquitecto que diseñó el singular espacio cultural que ayer comenzó a revivir con la visita de los primeros usuarios desde mediados del pasado marzo. "La propia configuración arquitectónica de la plaza es artística y lo que vamos a hacer en las próximas semanas es reforzarla y aprovecharnos de esta fortaleza que tenemos. Nuestra mirada de programación inmediata ahora está en la plaza", añadió.

La reapertura del Niemeyer se ha hecho de acuerdo a lo que anunció hace unos días el presidente del Principado, Adrián Barbón, eso sí, después del Museo de Bellas Artes de Asturias, dos de los lados del Pentágono de la cultura del Principado.

Desde ayer, la cúpula está abierta para los grabados del más importante artista malagueño. El acuerdo del Niemeyer con los propietarios de las creaciones ha sido absoluto. Tan es así que estarán hasta el 30 de agosto mientras que las fotografías de Cohen permanecerán expuestas en la sala Fotografía (en los bajos del auditorio) hasta el día 16 del mismo mes. Las dos muestras abrirán todos los días de la semana: de lunes a domingo de 10.30 a 14.00 y de 16.00 a 20.00 horas. La organización del Niemeyer ha puesto a disposición de los espectadores las medidas oportunas que garanticen la seguridad de visitantes y trabajadores. Entre estas medidas se encuentran la obligación de uso de las mascarillas para acceder a los espacios expositivos, la señalización que refuerza la necesidad de respetar la distancia de seguridad y el uso de geles hidroalcohólicos a la entrada de los recintos o un estricto control de los aforos.

La exposición de grabados incluye una de las pocas series completas que existen en el mundo de "Suite Vollard", que es obra cumbre del siglo XX. A esta serie, compuesta por un centenar de obras, se le suman los doce grabados de "El entierro del Conde de Orgaz", los nueve de "Les Cavaliers d'Ombre" y cuatro más que no pertenecen a ninguna serie: "Retrato de Dora Maar" (1939), Mujer en el sillón (1947), "Cabeza de chica. Françoise" (1974) y "Jaqueline pañuelo negro vestido rojo" (1958).

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